Feroz ataque de un Mosasaurio a un Pteranodón de 7 metros de amplitud alar.
Impresionante imagen de un Mosasaurio de cresta espinosa y veteado cuerpo.
Introducción
Y los reyes de la fauna de esa época sin duda eran ejemplares de gran tamaño.
Lucha a muerte entre dos colosos del mar cretácico: Un Tylosaurio de verdoso cuerpo y hermosa cresta negra, intenta cortar el largo y flexible cuello de un Elasmosaurio, que con gran agilidad, hunde sus filosos dientes en el cráneo del atacante.
Mosasaurus
Los Mosasaurios fueron los reyes de estos ambientes, habiéndose encontrado sus fósiles en los Países Bajos y en Gran Bretaña, así como en Suecia y Dinamarca, en Portugal y Canadá, en Australia y Nueva Zelanda.
Los Mosasaurios, como criaturas reptilianas que eran, tenían respiración pulmonar. Poderosos nadadores, perfectamente adaptados a vivir en mares cálidos y poco profundos, ya eran animales vivíparos, en lugar de depositar como las tortugas sus huevos en las playas.
El Mosasaurio más pequeño medía tres metros y vivía en aguas someras, cerca de la costa, rompiendo conchas de moluscos.
Y los grandes, por lo general superaban los diez metros de longitud.
Mosasaurio contorneando una tortuga gigante (Archelón)
Mosasaurio de crestado cuerpo, junto a dos Ictiosaurios
Los mosasauros eran vivíparos, según modernas interpretaciones de sus fósiles. Es actualmente aceptado, que toda su actividad vital se desarrollaba siempre en un ambiente acuático, y de quedar varados en las playas, muy difícilmente habrían podido zafarse debido a su aplanada cola.
Eran los amos oceánicos, superdepredadores marinos en el Cretácico Superior (90 a 65 millones de años atrás). Sus restos fosilizados han sido encontrados en Europa, Norteamérica, África, y Nueva Zelanda.
Tenían por lo general, el hocico largo y lleno de dientes, inclusive en el paladar. Algunos mosasauros tragaban a sus presas enteras, como lo hacen las serpientes (con las cuales estaban emparentados).
Lograban lo que se indica en la siguiente imagen, dado que en la mitad de la mandíbula inferior contaban con una articulación, que les permitía abrir desmesuradamente su boca, y además, moverla hacia los lados.
Otros Mosasauros (a diferencia de los Tylosaurus), no engullían a sus presas enteras, sino que con sus filosos dientes, desgarraban a sus víctimas en trozos, que tragaban luego con gran satisfacción.
Algunos Haynosaurus ostentaban un cráneo enorme, de más de 1,50 metros de largo, y sus poderosas fauces estaban armadas de 60 filosos dientes.
Su cuerpo estaba diseñado para lograr una gran velocidad y capacidad de maniobra, lo cual, seguramente incapacitaba la reacción defensiva de sus presas. Se ignora hasta el momento, cómo y dónde criaban y daban a luz a sus vástagos. Tampoco se sabe a ciencia cierta, si eran ovíparos, vivíparos, u ovovivíparos.
El Tylosaurus mantiene el título del Mosasaurio de mayor tamaño, con 17 metros y medio como máximo.
Estos lagartos contaban con una bisagra doble en las mandíbulas y un cráneo flexible, con el que eran capaces de engullir sus presas, un hábito de serpiente, que ha ayudado a identificar los contenidos del estómago dentro de los esqueletos fosilizados.
Encuentro de un Tilosaurio de gran cola y un Plesiosaurio de largo cuello
Así, un esqueleto del Tylosaurus Proriger incluía restos del Hesperornis, la gran ave buceadora que no volaba, así como restos de varios peces óseos. También había devorado un gigantesco tiburón y un Mosasaurio pequeño. Todo esto había constituido la última cena del voraz reptil.
En algunos casos, los huesos del Mosasaurio también mostraron dientes de tiburón incrustados en ellos, lo cual demuestra que los enormes escualos también ofrecían tenaz resistencia antes de ser devorados.
Gran tiburón adulto atacando a una cría de Tilosaurio
El primer fósil de este tipo que fue hallado, era una inmensa mandíbula encontrada en Holanda, y extraída de una cantera caliza en Maastricht, en 1764, sobre las márgenes del Mosa; de este hallazgo proviene su nombre.En los últimos 20 millones de años del Cretáceo, cuando los Ictiosaurios habían desaparecido y los Plesiosauros estaban en decadencia, los Mosasaurios, lagartos acuáticos de escamosa piel, se convirtieron en los amos del mar.
Escena de caza de un gran reptil acuático mesozoico.
Ese primer fósil fue investigado por el gran naturalista francés Jorge Cuvier, atribuyéndola a una extinguida criatura marina. Cuvier fue uno de los primeros científicos en opinar que las especies se extinguían, por fenómenos naturales o convulsiones gigantescas. Los seguidores de este científico llegaron a contar unos 80 cataclismos.
Muy ligados a las serpientes y los varanos, los Mosasaurios alcanzaron dimensiones descomunales, de más de 17 metros (Hainosaurus), y algunos ejemplares de estos reptiles marinos lograron la increíble talla de 20 metros.
Con el hocico lleno de punzantes dientes, incluso en el paladar, usaban la poderosa cola para impulsarse, la que serpenteaba siguiendo el movimiento ondulatorio del cuerpo. Sus cortas aletas redondeadas eran usadas como estabilizadores.
Estos especímenes estaban estrechamente emparentados con los Clidastes, los Hainosaurus, y los Platecarpus, por lo que en próximos artículos profundizaremos sobre estas cuestiones.
Dos magníficas imágenes del Mosasauro y del Tilosauro, decoradas con sorprendentes crestas, que fueron reconstruidas por paleoartistas destacados, contando con la aprobación de expertos paleontólogos (exhibidas en los grandes museos del mundo)
Sellos postales representando, de izquierda a derecha, un Kronosauro, de larga cola, un Mosasauro de grandes mandíbulas dilatables, y un Tylosauro de musculosa cola, lomo crestado, y filosos dientes.
Maqueta representando un Mosasaurio con cresta de sierra.
Espeluznante imagen de Mosasaurus con cresta espinosa.
Mosasaurus de cola bifurcada y cresta de crines.
Espeluznante imagen de Mosasaurus con cresta espinosa.
Mosasaurus de cola bifurcada y cresta de crines.
Los grandes "Saurios del mar": ¿Podrán haber sobrevivido algunos de ellos hasta hoy día? Al centro-derecha de la figura, aparecen, (5) Mosasaurio de 17 metros ; (6) Brachauquenio de 12 metros ; (7) La gigantesca tortuga Arquelón. Por el aire, vuelan los grandes Pteranodones.
Destacamos la invalorable colaboración de los ingenieros Juan Carlos Anselmi Elissalde y Aulo Fernando García Texeira en las ilustraciones que engalanan este artículo.
Se aclara además que todos los artículos de este sitio digital de autoría del suscrito Carlos Brunetto, tienen por objetivo principal el empoderamiento de las actividades educativas y de divulgación cultural, así que un importante esfuerzo ha sido hecho para presentar conceptos, descubrimientos, teorías, y conclusiones técnicas y socio-políticas, sin utilizar un rebuscado vocabulario propio de especialistas, y tratando de presentar las ideas con el mayor rigor posible aunque siempre buscando sencillez y fácil comprensión.
Esperando que este contenido haya sido de utilidad y agrado para los benévolos ciberlectores, como es habitual Brunetto se despide de todos con un fuerte abrazo, y hasta la próxima entrega.
Enlaces externos destacados
* Paleoarte : https://es.wikipedia.org/wiki/Paleoarte
* Palentólogo : http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Paleont%C3%B3logo
* Paleontología : https://es.wikipedia.org/wiki/Paleontolog%C3%ADa
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