sábado, 3 de julio de 2010

Los ritmos de la Creación y las ciencias místicas: El espíritu de las Hadas, Parte I

PALABRAS INICIALES

Todos los niveles de manifestación y de conciencia de la Naturaleza, por cierto obedecen a la misteriosa ley de los "Ritmos de la Creación".

Las criaturas han sido desarrolladas en cuatro reinos dominantes:

Espíritus del Fuego (Salamandras).
Espíritus de la Tierra (Gnomos).
Espíritus de las Aguas (Ondinas).
Espíritus del Aire (Silfos).

Es importante la aclaración que las criaturas del Universo, a pesar de pertenecer a distintos elementos, son de una misma familia y energía espacial; ellas también existen en los mundos paralelos al nuestro, o mundos cruzados.

LAS HADAS

Estos espíritus de la Naturaleza son agentes de muchas historias hermosas y dignas de conocer, tanto por creyentes como por escépticos de todos los tiempos.

En algunos libros, los autores definen a estos seres sobrenaturales como de tamaño pequeño o mediano, y en ocasiones genios de gran picardía, o incluso algo malvados con los hombres.

Creencias populares también atribuyen a las Hadas poderes mágicos, así como indican que tienen gran influencia sobre los seres humanos (puede ocurrir).

De todos modos, hay que añadir que no solamente los niños pueden tener el placer de soñar con las Hadas y de verlas; también tienen esa gracia las personas mayores de buena fe y respecto por la Naturaleza.


El espacio donde habitan estas extraordinarias criaturas se está empequeñeciendo, por la gran urbanización del planeta y también por nuestra propia agresividad a todo lo que no entendemos; por todo esto estamos echando a las Hadas de nuestro lado. Dudamos de la existencia de estos seres, y creemos que tan sólo son “¡cuentos para niños!”.


Popularmente se dice que las Hadas así como el resto de la gente pequeña, se remontan a los tiempos más antiguos de nuestro planeta, y que también pueden existir en otros lugares del espacio. Este pensamiento puede que sea acertado, dentro del gran misterio que rodea toda nuestra creación.


Existen una serie de leyendas referentes al origen de las Hadas, y una de ellas es que descienden de elementarias almas antiguas o energías espaciales. Hay pueblos del pasado que veneraban a las Hadas, y que también les temían, pensando que ellas no eran más que almas de brujas malignas. Estas ideas son simples creencias sin mucha razón y fundamento. Estas leyendas provienen de rumores de otros tiempos, así confundiendo y entreverando un tema ya de por sí difícil de entender.


Está claro que las Hadas derivan de los elementos: éter, fuego, tierra, aire, y agua. Son seres muy antiguos, como el mismo hombre, y en una línea casi paralela.

Lo cierto es que la gente menuda se tornó algo invisible a pesar que se encuentran en todas partes del globo.

Algunas Hadas viven en el viento y otras habitan en mares, ríos, bosques, montañas, y jardines floridos rodeadas de lirios, azucenas, violetas, margaritas, y tréboles de cuatro hojas, así como envueltas frecuentemente de pensamientos y campanillas; “flores mágicas por excelencia”. Quizás algunos niños las puedan ver sin dificultad, y en su propio jardín.

VIDA COMÚN DE LAS HADAS

Las ocupaciones de las Hadas, no son solamente juegos y acertijos como muchas personas creen. Ellas tienen importantes tareas a cumplir, tales como cuidar de los niños y del grupo al que pertenecen, tejer hermosas telas para sus vestidos, y los vestidos de sus hijos y de sus reinas.

Las Hadas son muy divertidas y alegres, y con frecuencia cantan, bailan, y asisten a sus propias festividades.


Naturalmente, ellas también se enamoran, y muchas veces de algunos hombres, con quienes entablan grandes romances, y forman familia, y tienen hijos fruto de estos amores casi prohibidos

También se puede agregar que estas bellas damitas pueden vivir muchos años, muchísimos años, y tener buena numerosa prole. No obstante son sumamente pudorosas en sus vidas privadas, y casi nunca se refieren a las mismas.

Innumerables son las familias de las Hadas o agrupaciones de las mismas que pululan por los puntos de invisibilidad de nuestro globo, al igual que otros seres aún más sutiles y esquivos.

Nuestras queridas amigas siempre andan con alegría y picardía, y les gusta relacionarse con los niños, y con los hombres crédulos, románticos y enamorados. En esas relaciones practican un sinnúmero de bromas, algunas muy alegres y otras no tanto.

De las diversas clases de Hadas de bosques y jardines, existen para destacar un grupo de verdaderas damitas, y las mismas no sobrepasan de los quince a veinte centímetros de altura. Ellas son de buen carácter, bellas, muy bellas, y... ¡Qué decir de la gracia que despliegan!


Son como muñequitas saltarinas y muy inquietas, que nerviosamente deambulan de un lugar a otro. Siempre curiosas, siempre preguntando, y en especial siempre cariñosas con los niños, con quienes se divierten jugando a las escondidas entre flores y piedras, o saltando por los árboles con sus risas de campanillas. Las Hadas son maravillosas, inolvidables, y en este tiempo algo difícil de ver por los adultos.


Los Gnomos y los Duendes son espíritus de “La Tierra” (Gea), y habitan en los grandes jardines o bosques, apareciendo de tanto en tanto dentro de algunas mansiones antiguas o por ciertos ambientes de los castillos. Estos duendecillos en algunas ocasiones habitan en los rincones de los castillos, que sin duda tienen muchos lugares donde poder esconderse.


En ciertas ocasiones estos seres son fácilmente visibles, y en otras no tan visibles porque son muy tímidos y se esconden.

Los Gnomos son regularmente de medio metro de altura o aún de menor estatura. Los Duendes son aún más pequeños, y los hay pequeñitos también, tan pequeñitos que parecen juguetes. Todos ellos generalmente son simpáticos y gentiles, pero en ciertos momentos pueden enojarse mucho.


Los espíritus del fuego llamados Salamandras y Agnis (espíritus inferiores), habitan junto a los fuegos perpetuos, y son siempre peligrosos.

Silfos y Sílfides son los espíritus del aire, ocupando su zona etérica y en su plano.


En todos los elementos existen Hadas, y cada tipo de las mismas marcan su deferencia por el lugar en que les corresponden vivir, actuando de acuerdo a la energía que las ocupa.


Hay Hadas en todos los planos del Universo (fuego, tierra, aire, agua, y éter), y en todos los rincones de nuestra casa madre existen, pero se presentan con diferentes misiones a cumplir. El éter por ejemplo rige todo lo conocido y lo no conocido por nuestras mentes pequeñas y poco desarrolladas.

Nuestro Mundo es sumamente sutil, y a tal forma, que fácilmente podemos confundir la realidad con la fantasía. ¿La realidad es tan sólo lo que pensamos que es real?

¿Y cual es la fantasía, la que nuestros ojos pueden ver, o la que percibimos mientras dormimos?

Hasta qué punto podemos decir que algo es realidad o no lo es ¡Nuestro mundo es tan solo un pensamiento! “Y quien creó ese pensamiento, tal vez lo hizo como un desafío“.

Para comunicarse con el autor, utilizar la siguiente dirección de correo electrónico: leyesuniversales@hotmail.com

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