lunes, 11 de octubre de 2010

Una nueva arquitectura financiera mundial por cierto es requerida, y el gran desafío es: Hacer una buena propuesta, y vencer las reticencias políticas


"Para la reflexión": Según lo que dicen muchos libros de economía y muchos economistas, el dinero es deuda, el dinero es deuda y crédito y un activo social-financiero. Pues bien, entonces clarifiquemos bien la naturaleza del dinero así como los muy engañosos y muy peligrosos procedimientos de creación monetaria, sustituyendo la actual y oscura ingeniería financiera de base, por un modelo que ubique en el centro y haga explícitos los señalados conceptos de deuda, crédito, activo dinerario.



"Para la reflexión": Si la naturaleza fundamental y básica del sistema económico-financiero es lo que causa los principales problemas y desvíos, parches ingeniosos y enmiendas periféricas en la ingeniería de operaciones, por más creativos e ingeniosos que sean, jamás podrán resolver definitivamente esos señalados importantes y reiterativos problemas y desvíos. A lo sumo y si las propuestas se adaptan bien al momento, lo que tal vez se conseguirá son algunos buenos años de tranquilidad, estabilidad, y confianza generalizada.


"Para la reflexión": Nuestros gobiernos y la craneoteca de los organismos internacionales, integrada incluso por algunos premios nobel y también por destacados economistas de fama internacional, no han sabido encontrar aún una manera lógica y racional, de que los países puedan comerciar entre sí, sin que tengan que pedir dinero prestado a las instituciones bancarias y a los grandes centros financieros internacionales. ¡Pero! ¡Qué barbaridad! ¡Qué falta de creatividad y de ingenio! Y sin embargo, podría ser tan sencillo hallar una buena solución. Claro, si los dólares estadounidenses son creados (léase: inventados) por una institución privada llamada Reserva Federal, el gobierno de EEUU no tendrá otra que a ella pedir prestado para satisfacer sus necesidades de numerario, y especialmente para cubrir los desequilibrios de su balanza comercial. Y en cuanto a las transferencias internacionales de capitales y al comercio internacional, si ellos se deben concretar mayoritariamente en dólares estadounidense, todos los restantes gobiernos del mundo no tendrán otra que también procurarse divisas fuertes en el mercado financiero internacional. ¡Pero qué contrasentido! Supuestamente los gobiernos (o la mayoría de ellos) tienen el monopolio de la creación de dinero, y sin embargo, reiteradamente deben de pedir prestado, y pagar intereses por las deudas así contraídas. Tal vez llegará un día en el que los pueblos del mundo se den cuenta de esta situación, y entonces, mayoritariamente echarán la culpa a todos los gobiernos y a los propios organismos internacionales, por haber permitido que este estúpido e injusto sistema se aplicara por tanto tiempo.





"Para la reflexión": ¿Por qué los gobiernos permiten la creación del llamado dinero-deuda o dinero-bancario por parte de las instituciones bancarias, cuando este asunto bien podría ser asumido por los propios Estados? Claro, esta actividad de los bancos está regulada por leyes nacionales de los territorios donde operan, pero igual, los propios Estados o algunas de sus instituciones especializadas bien podrían cumplir con esta función, acumulando así una doble ventaja: (1) Ganancias derivadas del cobro de intereses; (2) Mejor control sobre el dinero existente en la economía. Claro, la oscura ingeniería monetaria que permite la creación en la banca del llamado dinero-deuda, es una herencia de la época en la que el oro se usaba como moneda, y fue una solución-parche para entonces mejor acompasar la masa monetaria con las necesidades de la economía. Sin embargo y como hoy día se utilizan monedas fiduciarias de curso legal, bien se podría crear dinero directamente por parte de los Estados, sin necesidad de aplicar esa estrafalaria ingeniería operativa, a través de la cual el numerario es reiteradamente represtado con intereses, para así poder alimentar convenientemente a la economía, con instrumentos de cambio en volumen acorde al de las transacciones financiero-comerciales. Meditemos en profundidad sobre este planteamiento, y decidamos pronto una conveniente y profunda reforma de los diferentes sistemas financieros nacionales, y por supuesto, también del sistema financiero internacional hoy día absurda y operativamente controlado por las divisas de reserva.



"Para la reflexión": ¿Por qué bajo ciertas circunstancias, los gobiernos piden préstamos a la banca, pagando intereses por los mismos, cuando los propios gobiernos podrían por sí solos crear el dinero que precisen, sin tener que así pagar intereses de especie alguna? Claro, hay una respuesta a este interrogante que surge como lógica y obvia: Se opera de esta forma para permitir el enriquecimiento de los banqueros.


"Para la reflexión": Se nos dice que una economía funciona bien y progresa, cuando el crecimiento es sostenido y acelerado. Y si una determinada nación tiene una población con muchas necesidades básicas insatisfechas, nadie duda que el comportamiento anotado sea positivo y deseable, ya que de otra forma el pueblo de que se trate continuaría sumergido en la privación y la pobreza. Pero a nivel general, por cierto una economía no puede funcionar eternamente con un crecimiento continuo y acelerado, porque esta situación es claramente insostenible, ya que vivimos en un planeta finito. El crecimiento continuo y reiterado año tras año, y la sostenibilidad, no son compatibles en el largo plazo, y por tanto con urgencia debemos implementar un cambio importante en nuestro sistema monetario y financiero, si queremos evitar la catástrofe de proporciones que algún día puede estallar.


"Para la reflexión": En relación al uso corriente de divisas fuertes (léase dólar estadounidense) para un mejor desarrollo del comercio internacional, uno de los pocos mandatarios que ha señalado públicamente este asunto, notoriamente es Luiz Inácio Lula da Silva, actual Presidente del Brasil, y quien concluirá su segundo período en ese alto cargo en diciembre del presente año 2010. Lula, como popularmente es conocido este importante e inteligente dirigente político, ha planteado esta cuestión en diferentes foros internacionales, y particularmente durante las reuniones del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay) y del BRIC (Brasil, Rusia, India, y China). Si bien en el MERCOSUR, el planteo de Lula sobre el uso de las propias divisas nacionales en el comercio bilateral ha sido parcialmente entendido y atendido, análoga propuesta no corrió la misma suerte en el Grupo BRIC, donde China fue reticente debido posiblemente a la enorme masa de dólares que ese país ha sabido atesorar gracias al sistemático superávit de su balanza comercial, y donde Rusia sugirió y contrapropuso el ingreso del rubro y del yuan como monedas mundiales de reserva. Claro, la indicada propuesta de Lula no deja de ser un parche más en la arquitectura y en la operativa del Sistema Financiero Internacional, pero al menos señala camino y está mucho más cerca del posible uso de una verdadera moneda internacional (bancor telemático) para un mejor control de las transacciones internacionales.


"Atención ciudadanos del mundo": Ayudemos a dar el golpe de gracia al dolarcentrismo, pero por cierto, sin propiciar el uso de otras divisas nacionales o de una cesta de divisas fuertes.



"Para la reflexión": El predominio en la economía del dólar estadounidense como divisa internacional, muy posiblemente está entrando en una lenta y persistente agonía, pero frente a ello, los importantes dirigentes del planeta, están mostrando una notoria incapacidad para plantear novedosas e interesantes propuestas de relevo. En efecto, EEUU, o tal vez debería decirse la Reserva Federal, han empapelado los circuitos de la economía internacional con una deuda posiblemente impagable, ya que según ciertas estimaciones la misma sextuplica el PBI anual estadounidense. Y lentamente, la moneda de la economía más importante del planeta se está depreciando, pareciéndose cada vez con más fuerza a las monedas-chatarra de años atrás, de algunas de las economías del Tercer Mundo. Algunos altos dirigentes mundiales tal vez ahora piensan que la actual estructura mundial multipolar debería dar paso a un ordenamiento financiero también multipolar. Ciertamente, tal pareciera ser el pensamiento del actual presidente ruso Dmitri Anatólievich Medvédev, quien durante el reciente Foro Económico Internacional en San Petersburgo, 17 al 19 junio 2010, promovió el rublo como moneda-reserva, para así reducir la influencia del dólar estadounidense, y de paso convertir Moscú en un centro financiero global. Aparentemente, las ideas del dirigente ruso se orientan a promover seis divisas de reserva, que si bien aún no nombró, ciertos analistas sospechan que se tratarían de las siguientes: el dólar estadounidense, el euro, el yuan, el yen, el rubro, y el dólar australiano. Ah, los "chacales" ven débil el imperio monetario construido con paciencia y tesón por los estadounidenses, y entonces, lo primero que piensan es en despedazarlo y repartirlo. Desde aquí obviamente no recomendamos adherir a la propuesta de hexapolaridad geofinanciera que nos llega "Desde Rusia y sin amor", pues en buena medida es más de lo mismo con un retoque cosmético. Mucho mejor y mucho más lógico sería combinar inteligentemente las novedosas propuestas en su momento formuladas por Lord John Maynard Keynes y por Agustí Chalaux, y como relevo de divisa internacional proponer el "bancor telemático", el "bancor virtual". CIUDADANOS, AMIGOS DEL MUNDO: No se dejen engañar. La hora presente requiere un muy profundo cambio en la economía mundial. Recordad, tened bien presente ese conocido mensaje de sabiduría popular que expresa: "Aunque quieran ponerle ropa nueva, y aunque intenten vestirla de seda, la mona por cierto bien mona se queda".


"Para la reflexión": Indubitablemente es muy necesario introducir una profunda reforma del Sistema Financiero Internacional. Pero las interrogantes que se plantean son: ¿Podremos hacerlo? ¿Surgirán ideas acordes a los difíciles momentos que vivimos? ¿Conseguiremos las suficientes adhesiones políticas desde un número apreciable de naciones? ¿EEUU planteará reparos, y/o solicitará introducir modificaciones a la propuesta original? Desde estas líneas nos podemos arriesgar a afirmar que sin duda surgirán propuestas de nuevas arquitecturas financieras mundiales, pero que ellas probablemente conseguirán escasas adhesiones, al menos en un inicio. En consecuencia y en ánimo de ser realistas, tendremos que pensar que por un tiempo prolongado tendrán que funcionar los dos sistemas financieros multinacionales, el actual orientado por el dólar-euro, y el nuevo basado por ejemplo en el bancor-telemático. Tal perspectiva con certeza es perfectamente factible, puesto que en ambos sistemas bastará con habilitar una puerta de comunicación hacia el otro, la cual bien podría ser tratada como si diera acceso a la economía de un único país, o a la economía de una federación o bloque de países. Y bueno, si uno de estos sistemas estructurales fuera bastante mejor que el otro, el tiempo terminará por ser el gran juez de la contienda.


"Para la reflexión": ¿Qué es lo que hace que nuestro sistema económico y monetario sea tan dependiente del crecimiento sostenido de la actividad? ¿Qué es lo que necesitamos inventar o modificar o introducir, para que nuestras economías sean sostenibles en el largo plazo? Las trampas o los desvíos, muy posiblemente ellos se encuentren en los mecanismos de creación dineraria, procedimiento artificioso que claramente enriquece a un sector parásito, y entonces claro, estas sangrías se notan menos y se soportan mejor en momentos de crecimiento sostenido y acelerado.



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