sábado, 20 de marzo de 2010

Enfoques científico-culturales: Astronomía científica

La astronomía es la ciencia que estudia el universo material, y a la vez la ciencia que estudia el universo viviente, la ciencia de los mundos, y la ciencia de los seres, la ciencia del espacio y la ciencia del tiempo, la ciencia del infinito y la ciencia de la eternidad.

Las teorías cosmológicas más antiguas que se conocen datan del año cuatro mil A.C. y son las de los pueblos mesopotámicos, que creían que la Tierra era el centro del Universo, y que todos los demás cuerpos celestes giraban alrededor de ella. Algunos clásicos como Aristóteles y el astrónomo greco-egipcio Tolomeo, explicaban que las estrellas se movían de noche porque estaban fijas en esferas cristalinas rotatorias.

Por su parte el astrónomo griego Aristarco de Samos alrededor del año doscientos setenta A.C. sostenía que la Tierra giraba alrededor del Sol. Sin embargo, debido sobre todo a la autoridad de Aristóteles, el concepto de que la Tierra era el centro del Universo permaneció inamovible hasta 1543, cuando el astrónomo polaco Nicolás Copérnico publicó sus teorías sobre las revoluciones de los cuerpos celestes.

Copérnico propuso entonces un sistema en el que los planetas giraban en órbitas circulares alrededor del Sol, el cual estaría situado en el centro del Universo. Por tanto este astrónomo atribuía el nacimiento y la ocultación de las estrellas a la rotación de la Tierra sobre su propio eje. Por su parte el astrónomo Johannes Kepler adoptó el sistema copernicano, y descubrió que en realidad los planetas debían girar en órbitas elípticas a velocidades variables, de acuerdo con tres leyes bien definidas (conocidas desde entonces como las leyes de Kepler).

Galileo Galilei, el primero en observar los planetas con un telescopio, también rechazó la idea de Aristóteles de que la Tierra era el centro del Universo, y se convirtió en un defensor de la visión copernicana del mundo.

El matemático y físico inglés Isaac Newton demostró por su parte que las leyes de Kepler sobre el movimiento planetario, perfectamente podían derivarse de las leyes generales del movimiento y de la gravitación que el propio Newton había establecido, sugiriendo así que estas leyes físicas eran válidas en todo el Universo.

Hasta comienzos del siglo XX, los astrónomos no conocían con seguridad la naturaleza de lo que describían como nebulosas espirales y elípticas; entonces no se podía determinar si estaban dentro o fuera de nuestra galaxia.

En 1924 el astrónomo estadounidense Edwin Hubble logró descubrir estrellas individuales en algunos de estos objetos, entre ellos, en la famosa nebulosa de Andrómeda. Este astrónomo calculó que la distancia a la galaxia Andrómeda era de novecientos mil años luz, cifra luego corregida a dos millones doscientos mil años luz.

Hacerse una idea muy detallada acerca del Universo, para quien esto escribe y para la inmensa mayoría de la gente, es casi imposible.

La cosmología es la ciencia que entiende sobre el origen y evolución del Universo, y existen varias teorías principales acerca de este asunto.

La más tradicional es la del universo cerrado, que comenzó con el llamado “Big­Bang” o “Gran Explosión”, pero que llegaría a un límite de expansión a partir del cual se empezaría a contraer, avanzando a lo que se denominó el “Big­Crunch”.

Otra posibilidad es que se trate de un universo abierto, en donde aquella explosión primera continuaría su expansión indefinidamente.

Desde comienzos del año dos mil de nuestra era, también se maneja el tema del universo plano, en donde la expansión continuaría pero dentro de parámetros que escapan a las hipótesis anteriores.

Otra teoría nos trae la idea de que el universo se expande y luego se contrae, o sea el universo sería así oscilante o pulsante; cuando llegue al límite de expansión, el crecimiento se detendrá y la fuerza de gravedad unirá otra vez a las galaxias en un solo punto espacial, para luego explotar nuevamente. Esta otra alternativa tiene poco tiempo y ha sido formulada por el científico Roger Penrose y por el científico Stephen Hawking. Ambos aproximadamente sostienen las mismas tesis, las mismas cosas, las mismas conclusiones.

Por su parte Hermann Bondi, un profesor de matemática de origen austriaco, propuso otra teoría que explica cómo nuevas galaxias se forman en medio de un universo que se expande, para así reemplazar a aquellas que se alejan, por lo que de esta forma se aseguraría que la densidad de materia en el universo permanecería siempre igual, y lo existente en estado permanente de expansión. Esta teoría obviamente se opone a la del “Big­Bang”, pues según esta versión alternativa el Universo tendría una recreación continúa.

Referente a la explosión del núcleo primitivo (huevo cósmico), podríamos decir que habría ocurrido aproximadamente hace unos trece mil o quince mil millones de años, y supuestamente en ese momento habrían nacido a la vez el espacio, el tiempo, la materia, y la energía. Desde el comienzo hasta hace aproximadamente doce mil setecientos millones de años habría sobrevenido la gran apoteosis, y por su parte hace unos once mil millones de años habría nacido la Vía Láctea, y hace cinco mil millones de años habría surgido el Sol, nuestro Sol, junto a nuestro Sistema Solar primigenio. La Tierra según como la conocemos aproximadamente hoy día podría haber surgido hace unos cuatro mil quinientos millones de años, en forma más o menos contemporánea a la Luna, y al resto de los planetas.

Obviamente este artículo cita afirmaciones extraídas de muy diversas fuentes, junto a interpretaciones y aclaraciones del autor. Aquí también se tuvieron en cuenta observaciones y aportes gentilmente realizados por el Profesor Carlos Brunetto.


Para comunicarse con el autor, utilizar la siguiente dirección de correo electrónico: leyesuniversales@hotmail.com

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