Se ha suscitado en los últimos tiempos, una acalorada controversia entre paleontólogos, acerca de la existencia o no del polémico Nanotiranus, dado que algunos lo consideran un tiranosaurio juvenil, mientras que otros, como Bakker o Curris, por citar dos destacados científicos, son de la opinión de que se trata de una especie diferente, si bien relacionada.
Todos los dinosaurios carnívoros pertenecen a la rama de los terópodos (término que significa con pie de animal), y los más grandes entre ellos forman el subgrupo de los carnosaurios (o sea, reptiles carnívoros).
Estos reptiles tenían un cuello corto pero potente, una cabeza enorme y largas mandíbulas armadas de dientes curvados y aserrados. Y sus manos estaban provistas de dos o tres dedos, con zarpas agudas y cortantes.
La mayor parte de los carnosaurios eran de tamaño gigantesco, pero también hubo entre ellos variedades enanas, como por ejemplo el Nanotiranus, término que significa precisamente, tiranosaurio enano.
La especie citada medía unos 5 metros y medio de largo y pesaría unos quinientos kilogramos.
También se le ha dado el popular nombre de "Correcaminos", por el conocido personaje de los dibujos animados.
El Nanotiranus puede ser considerado uno de los reptiles más desarrollados que han existido.
En efecto, tenía ojos de águila, olfato de lobo, dientes de cocodrilo, y las patas de un auténto velocista.
Según los investigadores es una versión en miniatura de su célebre primo, el Tiranosaurio, pues si bien era mucho más pequeño, tenía en contrapartida un gran cerebro, y una boca provista de grandes dientes, curvados y aserrados.
Si añadimos a esto, su vista perfecta, su agudo olfato y sus patas de velocista, no podemos dudar que nos encontramos ante un verdadero rey de los dinosaurios, temible cazador de vivaz inteligencia, y que disponía de todas las armas necesarias para llevar adelante su función de depredador.
Aunque su éxito como cazador dependía en parte de la presa que hubiera escogido. En el caso de atacar a un Strutiomimo (dinosaurio avestruz) tal vez se llevara un chasco, dado que al ser éste todavía más rápido, era factible que pudiera escapársele.
Queda en claro, a la luz de las nuevas investigaciones que los paleontólogos han establecido, que el Nanotiranus (Tiranosaurio enano) y el Tiranosaurus Rex, si bien estaban estrechamente emparentados, constituían dos especies diferentes.
Prometiendo continuar con el fascinante tema de los seres que existieron en remotas épocas, Carlos Brunetto se despide de todos los benévolos lectores con gran estima.
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El Nanotirano (tiranosaurio enano) persiguiendo a un Strutiomimus.
Galería de imágenes
Nanotyrannus lancensis |
Agradecimiento y cierre:
Destacamos la invaluable colaboración de los ingenieros Juan Carlos Anselmi Elissalde y Aulo Fernando García Texeira en las ilustraciones que engalanan este artículo.
Se aclara además que todos los artículos de este sitio digital de autoría del suscrito Carlos Brunetto, tienen por objetivo principal el empoderamiento de las actividades educativas y de divulgación cultural, así que un importante esfuerzo ha sido hecho para presentar conceptos, descubrimientos, teorías, y conclusiones técnicas y socio-políticas, sin utilizar un rebuscado vocabulario propio de especialistas, y tratando de presentar las ideas con el mayor rigor posible aunque siempre buscando sencillez y fácil comprensión.
Esperando que este contenido haya sido de utilidad y agrado para los benévolos ciberlectores, como es habitual Brunetto se despide de todos con un fuerte abrazo, y hasta la próxima entrega.
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