Sobre la forma en que se originaron los continentes, se han emitido diversas hipótesis, las que han experimentado modificaciones y refinamientos sucesivos, a medida que la ciencia progresaba.
Se admite que la Tierra se enfrió desde afuera hacia adentro. En ese supuesto que es enteramente lógico, la corteza, solidificada primero, se debió adaptar a un núcleo que se fue contrayendo lentamente. Y para ello hacer, debió de hundirse en ciertas partes, (cubetas oceánicas) y elevarse en otras partes (continentes).
Además, la contracción debió de provocar pliegues, explicandose así la formación de las montañas.
La teoría de Wegener, llamada también de las traslaciones continentales, se apoya en la Isostasia.
Dadas las coincidencias de configuración geológicas y de las formas de vida entre los continentes que se enfrentan (América del Sur y África por una parte, y América del Norte y Europa por otra parte), Wegener concibió la idea de que las masas continentales debieron estar primitivamente unidas, y con posterioridad,, habiéndose producido grietas en esa masa única, los fragmentos se habrían separado lentamente por deriva o deslizamiento.
Dicha deriva o desplazamiento se habría producido en dos direcciones: hacia el occidente, primero América del Sur se fue separando de África, y posteriormente, América del Norte se fue separando de Europa ; hacia el Ecuador, y en lo que podríamos llamar "huída de los polos", sesde el sur Indostán se unió a Asia.
Esta teoría encontró, sobre todo al principio, serias resistencias entre los expertos y estudiosos. Sin embargo, algunos especialistas aceptan hoy día la deriva continental, pero atribuyéndola a otras causas.
LA HIPÓTESIS DE LAS CORRIENTES DE CONVECCIÓN
Esta teoría acepta la presencia, en el interior de la Tierra, de múltiples movimientos convectivos y circulares. Mientras el exterior del planeta estaba aún fluído, la intensidad de estas corrientes determinó la desigual distribución del Sial.
Este proceso se explicaría entonces de la siguiente manera : las sustancias calientes del Sima, toman movimiento ascendente, vertical, y ya enfriadas cerca de la superficie, divergen y se desplazan horizontalmente, para volver al interior como corrientes descendentes.
Donde las corrientes ascienden y divergen, se producía entonces una gran tensión, llegando allí a faltar el Sial (se forman así los fondos oceánicos). Por otra parte, donde las corrientes convergen y descienden, se producía compresión (el Sial se acumula allí, construyendo los bloques continentales, con sus grandes cordilleras de raíces siálicas).
Los movimientos convectivos permitirían así explicar las derivas continentales, que Wegener atribuyó a otras causas.
Agradecimiento y cierre:
Como los consecuente lectores apreciarán, se procura brindar en esta serie, un panorama claro, completo, y entendible, sobre los fantásticos seres que precedieron a la humanidad en el dominio del planeta, así como sobre los cambios que se produjeron en nuestro mundo aún antes de la aparición de la vida, y durante las primeras etapas de la misma.
Esperando que tanto el texto como las ilustraciones hayan resultado de interés y utilidad, y contando con la benevolencia de los amables cibernautas, Brunetto se despide de los mismos, prometiendo continuar con estas apasionantes temáticas.
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