lunes, 27 de julio de 2015

Eras geológicas, parte 4 : ¿Cómo podemos conocer el pasado geológico de nuestro mundo con apoyo de los fósiles? Nutrida galería de imágenes acompañan este texto

La Paleobiología

Nuestro conocimiento de los seres del pasado, se basa en el estudio e interpretación de los fósiles,que nos dan indirectamente, datos importantes para apreciarlos y para conocer su distribución geográfica.

Este texto, y las ilustraciones insertas en el mismo y al final, en la "Galería de imágenes", nos ayudan a reconstruir el pasado.

Denominamos fósil a los restos de organismos que vivieron en el pasado, y también incluimos las huellas e impresiones que puedan haber dejado ciertos organismos en terrenos blandos; su estudio corresponde a la Paleontología.

La mayor parte de los seres que mueren en el medio exterior, entran en rápida putrefacción  y se desintegran sin quedar restos.  Para que éstos subsistan fosilizándose, deben ser sustraídos a la acción del ambiente. Así sucede cuando un cadáver cae en aguas que arrrastran arenas que se depositan sobre el mismo. O cuando cae en aguas sobresaturadas de sales, que mineralizan cualquier objeto caído en ellas.

-En contacto con el nuevo medio, se modifica el cadáver física y químicamente.

-Las modificaciones que sufre  son proporcionales al tiempo que esté en contacto con el medio y a la composición química  del suelo.

-Las sustancias orgánicas desaparecen en el proceso de fosilización, siendo sustituídas por sales minerales que petrifican los restos.

-Se realizan reacciones químicas de doble descomposición, que enriquecen al fósil en algunos iones, por ejemplo, flúor.

-Dosificando estas sustancias en el suelo en que está  y la que se encuentra  en el fósil, se puede calcular la edad de éste.

Indirectamente también se podía calcular la edad de un fósil, por otros fósiles que lo acompañen, en caso que el respectivo período de existencia en la naturaleza de esos otros fósiles fuera conocido.

Las dosificaciones químicas también han permitido poner en evidencia fraudes científicos que durante mucho tiempo no había sido posible de desenmascarar.

 Así, el hombre de Piltdown, o Eoanthropus dawsonii,  un fósil aparentemente encontrado por Charles Dawson en Inglaterra, era muy interesante por tener fragmentos craneanos de tipo humano y maxilar de tipo simiesco. Pero los estudios hechos en 1950, sobre su riqueza en fluor, mostraron que no eran huesos fósiles. Por el método del radiocarbono se le ha podido calcular una antigüedad de 500 a 600 años solamente.

No sólo las partes duras se fosilizan, sino que a veces las partes  blandas dejan un hueco en terrenos sedimentarios,  como plumas,  o aún tejidos más blandos como cuerpo de medusas.

A veces, sin que haya  mineralización hay inclusión de un cadáver en una masa plástica, lo que impide su putrefacción:  son muy interesantes los  insectos conservados en ámbar, así como ciertos restos de mamíferos  conservados en ozokoreita  (cera fósil ) .

Insectos y arácnidos, aprisionados en bloques de ámbar amarillo segregado por los árboles. Este proceso de fosilización es llamado inclusión.
Con este proceso incluso se ha conservado entero algún mamut, dentro de los suelos helados de Siberia. En estos casos, el material que ha hecho las veces de antipútrido estaba constituido por hielo, resinas y turba.

Insecto conservado en ámbar (resina prehistórica).

Brindaremos a continuación, un breve panorama de la vida en las distintas eras geológicas:

ERA AGNOSTOZOICA :

Corresponde al período en que los procesos de fosilización fueron impedidos por las condiciones físico-químicas imperantes  en el planeta.

En esta Era Arcaica, se supone la existencia de vida, por la presencia de yacimientos de ciertos minerales que sólo se forman por la actividad vital.

En terrenos de finales de ese período, se han encontrado fósiles de diminuto tamaño, como algas y protozoarios.

ERA  PALEOZOICA :

La era primaria fue una época de actividad orogénica intensa, y en la que los perfiles de los dos continentes entonces existentes, el Boreal y el Austral, sufrieron entonces modificaciones considerables.

La Era Primaria se caracteriza por la abundancia de CO2, lo que explica el gran desarrollo de la flora, que al fosilizarse constituyó los inmensos depósitos de carbón.

Antiguo pez de los tiempos pretéritos: Se trata de un pez teleósteo de la era Cenozoica o Terciaria; este fósil se formó por modelamiento.

Helechos del período Carbonífero.

Otro helecho en carbón de piedra.

Abundan en esta era las criptógramas vasculares, como ser helechos y licopodios, entre otros.  No existen angiospermas.

En el reino animal abundan los invertebrados, como braquiópodos y trilobites.

Entre los vertebrados se encuentran agnatos y peces de escamas ganoides.

En cambio, faltan aves y mamíferos.

Pez acorazado del período Silúrico (izquierda) y Dimetrodonte del período Pérmico, un gigantesco reptil con aleta que le servía para controlar temperatura corporal (derecha).

ERA MESOZOICA :

La era Secundaria, es una época orogenéticamente tranquila, donde el clima uniforme permitió el desarrollo de especies que no sufren  la acción de las estaciones.

Éstas, recién se comienzan a hacer sentir a finales de este período.

Declinan las criptógamas arborescentes, abundan las coníferas y se produce un brusco desarrollo de las fanerógamas, es decir, de las plantas con flor.

En esta "Era de la vida media en el planeta", el  reino animal se caracterizaba por la abundancia de ammonites y belemnites entre los invertebrados,  y de reptiles en los vertebrados.

Este período ha sido también llamado la "Era de los reptiles".

Escena de la Era Secundaria:
En primer plano el Diplodocus de 27 metros, y en planos sucesivos, el astado Triceratops de 8 metros, los acuáticos Plesiosaurio, e Ictiosaurio, y el alado Pteranodón con una envergadura de 8 metros.

 MIOLANIA :  De este animal, sólo se conocen restos fragmentarios. Se trata probablemente de una tortuga terrestre y herbívora.
La cabeza aparece adornada de tres pares de cuernos. Otras especies del mismo género, se encuentran en el Pleistoceno de Australia, lo que supone una comunicación intercontinental entre Patagonia y Australia.
Del final del Secundario, son también las primeras dicotiledóneas y los mamíferos más primitivos que se conocen.
Según Florentino Ameghino, en el Cretáceo de la Patagonia, existieron varios mamíferos, entre ellos marsupiales y desdentados pequeños.
Una tortuga enorme, la Miolania, se encuentra también en estos terrenos.

El nombre de Cretáceo, alude a los grandes depósitos de creta o tiza. Si el Primario  (Período Carbonífero ) fue considerado como la  "Era del carbón de piedra", el Secundario puede considerarse como la  "Era del petróleo". Todos los yacimientos petrolíferos argentinos, por ejemplo, corresponden al Secundario.

Escena Jurásica: Estegosaurio de grandes placas dorsales, siendo acechado por el carnívoro Megalosaurio.



ERA NEOZOICA :

La era Terciaria, es una época de gran actividad orogénica, por lo que varían considerablemente los perfiles continentales.

Climáticamente, hay cuatro estaciones bien constituídas, lo que el el factor de mayor repercusión sobre la vida en este período: produce la extinción de la mayor parte de los vegetales de hojas perennes y de su fauna asociada.

En esta era de la "vida nueva en el planeta" ( lo que significa Neozoica ), los animales que son capaces de independizarse del medio -( homeotermos )-  van a dominar los distintos ambientes de desarrollo, como  las aves y los mamíferos.

La flora es igual a la actual, aunque con distribución geográfica diferente.

TOXODONTE :  Pertenece al grupo de los herbívoros ( ungulados ) característicos entre los fósiles de Sudamérica. Su tamaño sobrepasaba al de los actuales rinocerontes. Vivió durante el Plioceno y el Pleistoceno.

MEGATERIO : En 1785 se descubrió en Luján, el primer esqueleto completo de este animal herbívoro, perteneciente al orden de los desdentados, y uno de los gigantes de la fauna fósil de las Pampas.
-Medía de 4 a 5 metros de largo por unos 2 metros de alto (cuando se encontraba en posición horizontal ). Posiblemente se paraba sobre sus cuartos traseros para devorar las hojas de los árboles que arrancaba valiéndose de sus miembros anteriores.

ESMILODONTE :  También llamado "Tigre de las Pampas" era un carnívoro de alzada un poco mayor que los actuales tigres de Bengala.

Pertenece a la familia de los félidos o gatos de uñas retráctiles y robustas. Se encuentran sus restos en el Pleistoceno de Norte y Sudamérica, a donde llegó cuando se estableció la comunicación intercontinental a través del istmo de Panamá.

La fauna del Pampeano, se caracteriza por la gran invasión de formas originarias de América del Norte, que llegaron indudablemente, a través de dicho istmo.

Entre otros, los mastodontes, osos, cánidos, llamas , tapires, caballos, etc.

A su vez, algunos de los representantes sudamericanos, como los gliptodontes, megaterios, toxodontes, milodontes, etc. tomaron el camino inverso.

Cuando en nuestro planeta todavía imperaban los grandes saurios, aparecieron los primeros mamíferos.

Eran como ratones pequeños y tenían novedades encantadoras.  Peluditos, tibios, vivaces, de mirada nerviosa y aguda nariz inquisitiva.

Las hembras de la especie tenían unas glándulas de las que brotaba el gran invento: la leche.

-Comenzaba a existir de verdad, la mamá en la faz del planeta.

-Por vez primera, existían en el mundo, criaturas que desde el instante del nacimiento, eran criadas en la noción primordial de la ternura, expresada a través del amor, leche, olor y arrullo.
-Andaban asustados casi todo el tiempo. Si necesitaban escapar, su única salida era su capacidad de correr en ángulos cerrados y de cambiar bruscamente de dirección.

-Porque lo que es en línea recta....

-Los pasos seniles de un brontosaurio decrépito, lo hacían avanzar a seis metros por segundo, es decir recorría cien metros en menos de veinte segundos.

-No es por cierto la marca de un campeón  olímpico, pero sí la carrera a máxima velocidad, de un hombre normal de treinta años.
-Y el anciano brontosaurio podía mantener esta velocidad por horas y horas.
-Imaginemos ahora la velocidad que debe haber desarrollado un joven y atlético tiranosaurus rex, estimulado por el deseo de desayunar.

-Los grandes saurios tenían botas de siete leguas por la sola extensión de sus pasos.
-Pero no nos interesan aquí los grandes saurios. Como gigantes, resultan demasiado fósiles.
Lo cierto es que de esos mamíferos primitivos, fueron naciendo  ejemplares cada vez mayores.
Hasta que llegó el período Mioceno, y la Tierra se vió conmovida con la moda de los mamíferos gigantes.

Apareció el gran Mamut, junto con el Mastodonte, el Megaterio, el Dinoterio y el Milodón.

El Gliptodonte o mulita gigante, el Esmilodonte, o Tigre dientes de sable, entre muchos, son ejemplos significativos. 

Los caballos crecieron desde el tamaño de un perrito fox terrier hasta la alzada, comparativamente enorme y majestuosa de los ponny de las Malvinas, o los mampatos de Chiloé, al sur de Chile.

Claro que después los caballos siguieron creciendo y  hoy, los ponnys y los mampatos, nos parecen juguetes, al lado de un percherón de tiro pesado.

Muchos de estos gigantescos mamíferos, sobrevivieron el paso de muchos siglos, tal es así que algunos de ellos todavía existían cuando el ser humano apareció.


Y entre ellos, hubo algunos que todavía vivían hace aproximadamente unos 10.000 años.


Uno de los más  conspicuos fue el "Jabalí gigante", cuyo cráneo medía un metro y sesenta centímetros.


Debió ser tan grande como un elefante mediano, y dotado de una fuerza verdaderamente extraordinaria.


Además tenía un carácter tan malvado e irascible como los jabalíes de hoy.
Era un cerdo feroz enorme y un depredador eficaz .Medía 3,60 metros de largo y 2 de altura. Sus mandíbulas armadas de grandes y mortales colmillos, y su mordedura de presión formidable, le permitían cazar presas de considerable tamaño.

-Ostentaba una joroba en su espalda y a lo largo de su lomo. A pesar de contar con un robusto cuerpo, corría a una velocidad de unos 35 kilómetros por hora.

Su cuello era corto y robusto. Abatía a sus víctimas mediante emboscadas. A una distancia corta, llevaba a cabo un rápido ataque, que aterrorizaba y paralizaba a sus presas.

Las sujetaba con potente mordedura y las mordía hasta despedazarlas.

Vivió hace 24 millones de años, en el Mioceno, en el continente norteamericano.

Se extinguió , tal vez, por la aparición del Oso-perro, que ingresó por la zona del actual estrecho de Bering.

Dotado de mayor agilidad y con estructura de manadas, como los lobos, el citado cazador, resultaba ser un depredador de cualidades superiores, arrebatando sus presas al enorme Jabalí o Cerdo Terrible.


Cerdo terrible o jabalí gigante de la era Terciaria, con cabeza de más de un metro (comparación en tamaño con uno de los jabalíes más grandes de la actualidad).


ERA  ANTROPOZOICA :

En la era Cuaternaria, el fenómeno geológico más importante es la serie de glaciaciones, con sus correspondientes períodos interglaciales, en que los hielos se retiraban.

Como consecuencia de las modificaciones de las zonas cubiertas por los hielos, se produce la extinción de especies vegetales y animales y también, emigración de algunas.

En África, corresponde a los períodos glaciales, una serie de períodos pluviales, separados por épocas de sequías.

Comprende esta era fósiles vegetales y animales, sensiblemente iguales a los de la era Terciaria y se caracteriza por la presencia de fósiles humanos.

Prometiendo continuar esta temática en próximos artículos, Brunetto se despide como siempre con un fuerte abrazo de los amables lectores.


Galería de imágenes

Escorpión, Trilobite, y Ammonite, habitantes de los mares primigenios.

Grabado de los albores del siglo XX: Escena fantástica que representa a un Megalosaurio, carnívoro de 13 metros, acechando a enormes Plesiosaurios (reptiles marinos carnívoros) de 20 metros de longitud. Las dimensiones representadas en el grabado son un tanto exageradas. Obsérvese la lengua bífida del reptil con aletas situado en segundo plano.

Modelo externo de amonita gigante, molusco cefalópodo (Ariétides); es un fósil del período Jurásico, de la era Mesozoica o Secundaria
El animal y su concha fueron cubiertos por sedimentos (materiales depositados por las aguas o la actividad volcánica).  Mientras éstos se endurecían, el animal y el esqueleto fueron disueltos por el agua circulante. Y así quedó en la roca, la forma del esqueleto externo del animal.

Diente de pez seláceo (Odontaspis cuspidata) incluido en una roca. Fósil de la era Cenozoica o Terciaria.

Trilobites, cuyos fósiles han sido hallados en rocas de la era Paleozoica o Primaria. Los trilobites vivieron en grandes cantidades en los mares de nuestro planeta hace unos 500 millones de años. Luego desaparecieron de improviso al finalizar esta era geológica.
Son los crustáceos más antiguos que se conocen. Su longitud variaba entre 5 y 20 centímetros.























Impronta fosilizada de un pterodáctilo.

Gigantesco Nautiloide del período Ordovícico, atrapando un Trilobite.
Lo acompañan anélidos, estrellas de mar, caracoles, y anémonas.

El Arqueopterix, la primera ave conocida que vivió en pleno período Jurásico.
Tenía garras en las alas, carnosas mandíbulas dentadas en lugar de pico, y una larga cola de reptil.



Gigantesco escorpión marino de 3 metros de longitud, del período Silúrico.

Entre los primeros peces, destacan: (1) escualo (en color azul), (2) Dinictis (en verde), pez terrible de hasta 9 metros , y (3) Acantodio, es decir, un tiburón espinoso.

Liodón haumuriensis encontrado en Nueva Zelanda, isla Sur, en 1869, por el gran Edwin Holmes, reconocido investigador en varios campos científicos. Puntiagudo hocico, filosos dientes, cuerpo cilíndrico, que contorneaba como una serpiente. Se le ha asignado una longitud de hasta 35 metros, siendo, de ser certera esa cifra, el más largo organismo marino vertebrado conocido.
Ornado con una hermosa cresta dorsal, era un feroz carnívoro, devorador de peces y otros organismos marinos.
Los paleoartistas lo han representado con un cuerpo de color amarillento, con protuberancias, y ornado con una cresta roja. Otras veces, de un color verdoso, y ostentando una cresta marrón o negra.
Por una información complementaria, se sugiere consultar el artículo de fecha 10 de enero de 2012.

Lucha de monstruos. Un Megalosaurio atacando a un Iguanodonte.
La enemistad de dinosaurios de diferentes especies, haría estremecer las selvas de aquellos tiempos, cuando se producían estos titánicos enfrentamientos.





Tiranosaurio del Cretácico, 14 metros de longitud, 6 metros de altura, cabeza de 1,50 metros de largo, dientes de 15 centímetros insertados en poderosas mandíbulas. Temible depredador cuyo peso se ha estimado entre 7 y 10 toneladas.

Dinosaurios acorazados de fines del Jurásico y principios del Cretácico. Estegosaurio de grandes placas dorsales, acompañado del Protoceratops de pico de loro.

Grandes dinosaurios astados: En primer plano, el Estiracosaurio (2), lagarto coronado con un gran cuerno en la nariz, y varios picos en forma de abanico. Con 6 metros de longitud, y varias toneladas de peso, se alimentaba de plantas. Detrás y en segundo plano, el famoso Triceratops, otro herbívoro con pico de tortuga, provisto de tres grandes cuernos. Algunos ejemplares, alcanzaban 9 metros de largo, y pesaban 9 toneladas.

El Hesperornis, gigantesca ave buceadora, con pico provisto de dientes, incapaz de volar, era un excelente nadador. En contraste con la extensa variedad de reptiles, las aves eran entonces extrañas, y no todas volaban. Siguieron el camino de los grandes saurios, desapareciendo misteriosamente a fines del Cretáceo.

La agresividad de estas grandes aves era incontenible: En la imagen se observa un enorme Diatryma atacando a un Hoplophoneus, mamífero carnívoro de mediano tamaño, similar a un felino de grandes colmillos.

En contraste con la era secundaria, la terciaria se caracterizó por una intensa actividad orogénica y volcánica, en la que continuó el desarrollo de los mamíferos. El Brontoterio provisto de un notable cuerno bifurcado, era de mayor tamaño que los más grandes rinocerontes actuales. Lo vemos junto al Tarsioide, probable ancestro de los monos.

La Era Terciaria se caracterizó por el desarrollo de los mamíferos, que poco a poco fueron sustituyendo a los reptiles en el dominio del mundo. El Uintaterio, de tamaño superior a un rinoceronte, contaba con dos enormes colmillos y seis extraños cuernos en la cabeza.

Los comienzos de la Era Cuaternaria, se caracterizaron por un importante descenso de las temperaturas, formándose entonces inmensas masas de hielo, y originándose las características glaciaciones, con sus correspondientes períodos interglaciales ; el Megaterio, formidable perezoso gigante, comparable en tamaño a un elefante, formó parte de la magnífica megafauna de esa época.

AGRADECIMIENTO Y CIERRE : Agradezco la invalorable colaboración de los ingenieros Juan Carlos Anselmi Elissalde y Aulo Fernando García Texeira, en las ilustraciones que engalanan este texto.

Esperando que tanto el contenido como las láminas hayan sido de utilidad e interés para los lectores, Brunetto se despide de los mismos con un fuerte abrazo.

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