lunes, 22 de noviembre de 2010

El "Consenso de Barcelona" sobre el tapete, una creativa respuesta desde el altermundismo, a las conservadoras y radicales concepciones neoliberales



Nelson Pilosof Capeluto, empresario-filósofo uruguayo: Los valores son objetos inmateriales cualitativos, que ineludiblemente se presentan a la conciencia humana, que abren horizontes significativos, y que dan sentido a la existencia: Lo bueno y lo malo; Lo justo y lo injusto; Lo sagrado y lo profano; Lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer; Lo bello y lo feo; Etcétera. Los valores son captados intuitivamente por las emociones y por los sentimientos, que son parte constitutiva de la conciencia y del yo interior, junto a la inteligencia y la voluntad. Por su lado, racionalmente la inteligencia identifica y maneja objetos inmateriales, conceptos, figuras geométricas, juicios, tendencias, números, etcétera, que dispone y combina en procesos intelectuales que desarrollan el pensamiento. Así como la vista y el tacto no pueden dejar de percibir objetos materiales, y el oído no puede dejar de oír, las emociones y los sentimientos todo el tiempo captan inevitablemente valores.


PARA TENER EN CUENTA: Todo intento de estudio y solución de una determinada problemática o de un conjunto interrelacionado de problemáticas, debería abordar análisis y propuestas en cuatro importantes aspectos fundamentales: ••El reflexivo; ••El normativo; ••El operativo; ••El preventivo.


TÓMESE NOTA: El mundo sensible y el ambiente social que nos rodea, no es algo dado o marcado desde toda la eternidad, y tampoco surgió de improviso por el juego de una serie de sucesivas mutaciones genético-mentales en la especie humana. El ambiente social de nuestro tiempo se fue construyendo poquito a poquito, producto del ingenio y creatividad de los humanos, producto de la industria y de los sucesivos estados sociales en los que para bien o para mal supimos organizarnos. Y en este sentido es que nuestra sociedad y la economía en ella aplicada son un producto histórico, son resultado de la propia historia, son consecuencia de las actividades de toda una serie de generaciones, cada una de las cuales se encarama sobre los hombros de la anterior. Y en el acierto o en el error, y para bien o para mal, nosotros, los humanos, así seguimos desarrollando nuestros sistemas productivos, nuestros intercambios, nuestras visiones del mundo y del universo. Y particularmente, y en momentos especiales, en momentos de quiebre y de crisis, sabemos modificar nuestra operativa social de base, con arreglo y ajuste a nuevas situaciones y a nuevas necesidades, y con la orientación de nuevos paradigmas.


OJO AL GOL: Esto no es un juego, pero si jugamos bien, podemos cambiar significativamente nuestra estructura de convivencia.


Esto no es juego: En la teoría del pensamiento complejo, desarrollada por el filósofo francés Edgar Morin, se afirma que la realidad (y en especial la realidad social), se comprende y se explica en su raíz más profunda, sólo si simultánea y multidisciplinariamente se la aborda desde todas las perspectivas posibles. Un fenómeno específico o un período de la evolución humana, puede ser analizado por medio de las más diversas áreas del conocimiento y las más variadas metodologías, pero es a través del "entendimiento multidisciplinario" que se obtienen los mejores resultados, pues así se evita la habitual reducción del problema o de la situación, a una cuestión exclusiva de la ciencia que se profesa, o de la inquietud y sensibilidad que en forma más contundente se manifiestan. La realidad o los fenómenos se deben estudiar de forma holística y en toda su complejidad, ya que la división en pequeñas partes, facilita estudio y análisis dentro de ciertos límites, pero reduce el campo de acción del conocimiento, y restringe la visión del objeto examinado y por ende también el abanico de posibles soluciones. Tanto la realidad como el propio pensamiento y el conocimiento son complejos, súper complejos, y debido a ello, es preciso partir desde la complejidad, para entender el universo en estudio como un todo. La crisis que se desató a partir del año 2008 no es una nueva crisis coyuntural más, sino que es clara manifestación de un problema estructural enredado y profundo. Las agresiones de las actividades humanas sobre el medioambiente, no podrán ser jamás resueltas si esa problemática intenta analizarse y resolverse en forma aislada, con soluciones específicas. Y otro tanto podría decirse de la pobreza, del subdesarrollo, del narcotráfico, del desequilibrio del poder, de la economía, de la organización social, etcétera, etcétera. Debido a esto, se explican los magros resultados obtenidos hasta la fecha a nivel mundial, en la realización de acuerdos internacionales, en el avance de normativas, aranceles, procedimientos, etcétera, pues allí los abordajes han sido analíticos y no holísticos.


Reflexión basada en el pensamiento de "Edgar Morin": Toda crisis provoca un muy fuerte incremento de las incertidumbres, y la predictibilidad mucho disminuye. Los desórdenes se vuelven amenazadores, y en ese escenario unos pocos ganan y muchos pierden; pasa como lo expresa el refrán: “A río revuelto, ganancia de pescadores”. En época de crisis, los antagonismos inhiben las complementariedades y la cooperación, y además los conflictos potenciales o latentes se actualizan y a veces explotan. Y entonces, y entonces las regulaciones fallan o se desarticulan. Es necesario abandonar programas, y mucha gente sufre. Obvio, es el momento de inventar estrategias, para salir de la crisis, para superar los problemas, para dar un salto adelante. Ante una crisis, a menudo es necesario abandonar las soluciones que antes sirvieron frente a otras crisis, y elaborar estrategias novedosas así como también procedimientos innovadores.


De una civilización dominante, a una nueva integración de los conocimientos y de las estrategias: Hace falta pasar de la dinámica de la discordia a la dinámica del consenso; de la dinámica de la imposición a la dinámica de la concertación; de la dinámica de la competencia a la dinámica de la cooperación; de la dinámica de las mayorías a la dinámica de la deliberación y del respeto también a las minorías.


Lo que sucede y preocupa en el día a día en Uruguay

Quien escribe estas líneas, Juan Carlos Anselmi Elissalde, participa como redactor y ponente desde Uruguay, en el grupo de trabajo que se encuentra elaborando lo que se conocerá como “Consenso de Barcelona”, un grupo de recomendaciones orientadas a gobernantes, referentes, y jerarquías de organismos internacionales, y que pretende elaborar y plantear una alternativa altermundista, a la visión neoliberal transmitida por el “Consenso de Washington”.


Y en este noviembre de 2010, los organizadores del citado proyecto desde Barcelona, nos han planteado a quienes estamos trabajando en ese emprendimiento, que en forma breve y llana indiquemos lo que sucede en el día a día en nuestras comunidades, lo que nos inquieta, lo que más nos preocupa como ciudadanos, lo que pensamos que falta para poder introducir las reformas necesarias, y así poder construir un mundo mejor para todos, un tejido socioeconómico más racional y solidario, más equitativo, y que permita suavizar los grandes desequilibrios e injusticias que hoy día se plantean sobre la geografía del globo.

En su comunicación, Marti Olivella, director del “Barcelona Consensus”, nos indica que sería interesante saber qué está sucediendo allí donde nosotros vivimos, y cuáles son las historias o los sucesos que más nos conciernen y nos sensibilizan, esos acaecidos que mucho afectan a un barrio entero, o a un paraje, o a un colectivo social, y que por lo general no son cubiertos adecuadamente por los medios convencionales de comunicación.

Bueno, ciertamente muchas cosas podrían mencionarse en el sentido expresado. Mis conciudadanos por ejemplo, están relativamente bien informados a través de los medios masivos de comunicación, sobre los grandes hechos que cambian rumbo en el mundo, así que en respuesta a lo solicitado, bien podría contestar que nos preocupa la crisis financiera mundial, EEUU, Grecia, Irlanda, probablemente luego Portugal. También nos preocupan sin duda las penurias de África, y allí la epidemia de SIDA que no logra ser abatida, las hambrunas y las guerras que se producen en ese continente, y en contraste, la opulencia de los países centrales.

Obviamente muchas cosas podrían mencionarse como importantes, de esas que llenan los titulares de los medios de prensa de mi país, las reuniones cumbre, la diplomacia internacional, el relativo fracaso de los mecanismos surgidos de la reunión de Bretton Woods, las predicciones de tipo apocalíptico relativas a la próxima extinción del petróleo, o relativas al cambio climático y a la reducción de la biodiversidad.

Sin embargo, buena parte de las conversaciones que escucho en Montevideo, en el mercado, en lo medios de transporte, en las plazas, en las salas de espera, etcétera, en buena medida giran sobre otras temáticas: la inseguridad ciudadana, las más novedosas y creativas vivezas criollas, la corrupción y los acomodos, los fraudes y los delitos de guante blanco, los riesgos que se asumen al circular por la ciudad, y de ser robado, de ser herido, de incluso perder la vida, como ha ocurrido a taxistas, a choferes de ómnibus, a comerciantes, a transeúntes.

Oigo también de vez en cuando sobre las maneras de defraudar impuestos, o sobre cómo estafar en los vueltos y/o cómo defenderse de este tipo de abusos. Oigo también hablar de las grandes irregularidades en las administraciones de expensas comunes en edificios de propiedad horizontal. Oigo hablar de las drogas, y en particular de la adictiva y destructora “pasta base”. Oigo referirse a los accidentes de tránsito, con sus secuelas de muertos y de heridos graves, y también oigo referirse a los abusos del alcohol y del tabaquismo. Oigo debatir sobre el multiempleo, y sobre las protestas y las huelgas que ciertamente molestan, y que obviamente inciden negativamente sobre la producción del país.

Y en los titulares de los diarios, en las últimas semanas he leído con frecuencia que se referían a la Marina de Guerra de Uruguay, diciendo por ejemplo que los Almirantes deslindaban responsabilidades, por haber sido burlados por algunos de los subalternos, en relación a las numerosas “compras fantasma” por materiales caros y voluminosos, que sólo están en las facturas pero no ni en los cuarteles ni en los barcos ni en las instalaciones costeras.

Como prueba parcial o como ratificación adicional de lo que afirmo, y para que pueda medirse la sensación térmica que vive hoy día la sociedad uruguaya, transcribo más abajo lo esencial de una carta abierta escrita y difundida en estos días por Helena Arce.

Por cierto que lo que plantea la compatriota Helena Arce, es representativo de lo que dicen y piensan muchos uruguayos, y no es por defender al Señor Presidente de mi país, ni tampoco al Señor Ministro del Interior, jerarcas que en muchos aspectos se están equivocando en el marco del desempeño de sus funciones, pero el Gobierno y los Poderes Públicos poca cosa pueden hacer respecto de los desfalcos y de la delincuencia y de la violencia ciudadana, si es que las medidas que se intentan adoptar son las de tipo tradicional o convencional: Más controles administrativos, más patrulleros, más policías en las calles, penas más severas tanto para adultos como para menores de edad, más cárceles y allí mejores condiciones de reeducación para los internados, etcétera.

No, el problema que vive Uruguay y que en mayor o menor medida vive el mundo todo, tiene raíces muy profundas. Los estafadores, los delincuentes de guante blanco, los que se dedican al narcotráfico, los vivillos que en forma discreta intentan hacer las suyas, no son un pequeño grupo de inadaptados sociales, sino que están vendiendo en los comercios, o desempeñándose como administrativos en las oficinas públicas, o instalados en una inmobiliaria o en la portería de un condominio, o barriendo las calles, o participando cómodamente de los debates en el Parlamento Nacional.

Cierto, a veces roba un marginado porque no tiene para comer, pero también roba una empleada doméstica a su patrona, y si un cajero de una red de pagos puede quedarse con una parte del vuelto de un cliente, también lo hace, etcétera, etcétera. Se roba, se estafa, se actúa mal, desde todos los sectores y en todos los niveles socioeconómicos, a veces en forma bastante premeditada, y a veces únicamente aprovechando circunstancias favorables ocasionales. Afortunadamente no hay unanimidad en este tipo de comportamientos desviados, en Uruguay también existen honrados a carta cabal, pero cada vez ellos son menos, pues el fenómeno se extiende por contagio, al observarse que se hacen ilegalidades o que se cometen hechos que lindan con lo ilegal o con lo francamente deshonesto, y que las más de las veces los involucrados no reciben sanción por ello, ni siquiera una de tipo puramente moral o social. Al contrario, expresiones como "¡Qué bien la hizo!" o como "¡Qué bobo, cómo dejó perder esa oportunidad!", se escuchan con frecuencia para dar aprobación a un acto deshonesto, o para indicar falta de astucia frente a una oportunidad de ganancia inmerecida ofrecida en bandeja.

Y la referencia al Parlamento Nacional la hice, por lo que con insistencia y en estas últimas semanas están informando y tratando en la prensa de mi país, en relación a ciertas declaraciones juradas efectuadas por Rodolfo Nin Novoa, anterior Vice-Presidente de Uruguay y actual senador en ese país; parece ser que en las últimas declaraciones juradas de patrimonio de este productor agropecuario y político, por un "inocente olvido", omitió incluir algunas deudas, y también cometió algunas otras desprolijidades (leer más abajo el anexo que trata este asunto).

Los infractores en Uruguay y también en muchos otros países, son muy numerosos, demasiado numerosos, y esto no se arregla con mayores controles y con más policías.

Vivimos en una sociedad que en buena medida ha perdido sus valores morales, y esto tampoco se arregla simplemente con una mejor educación, e insistiendo sobre la ética.

En muchísimos casos es la ocasión la que hace al ladrón, y tal vez la única forma de poder poner orden en nuestra sociedad de hoy día, para entonces sí preocuparse por el cambio climático y por muchas otras importantes problemáticas, es cambiar la operativa socioeconómica de base, para que les sea muy difícil lograr sus objetivos tanto a delincuentes como a estafadores.

Quienes se encuentren leyendo estas líneas, sean uruguayos o sean de otras nacionalidades, tal vez en este momento están pensando que se exagera un poco en relación a las reflexiones que acaban de expresarse.

Con toda certeza, repasando por ejemplo las estadísticas y los indicadores internacionales, podrá comprobarse que Uruguay ocupa actualmente la posición número dos después de Chile, en cuanto a país con menor índice de corrupción de la región. Y lo señalado es efectivamente cierto, lo que no quiere decir que en lo personal no evalúe de todas formas como muy elevados, tanto los actos de corrupción llevados a cabo por funcionarios públicos e integrantes de las colectividades políticas, como los actos de notoria deshonestidad y de estafa cometidos por ciudadanos comunes. Y además, si Chile y Uruguay son efectivamente los países menos corruptos y más serios de América del Sur, imaginemos cómo será la situación en Brasil, en Argentina, en Paraguay, en Venezuela.

Mi sueño personal es un mundo donde religiosamente se paguen todos los impuestos, y no porque acabemos con los pícaros defraudadores, sino porque quienes quieran defraudar no puedan hacerlo por la operativa en juego. Mi sueño personal es que ya no se puedan pagar coimas, y no por haber acabado con todos los posibles potenciales coimeros, sino porque ya no exista dinero anónimo que pueda aplicarse con esta finalidad. Mi sueño personal es que los robos y las rapiñas bajen muchísimo en número, por la sencilla razón de ser extremadamente difícil comercializar un objeto robado, al estar operativo un sistema financiero que permita seguimiento de largas cadenas de pago.

Y esa nueva sociedad que acabo de esbozar no es una utopía, sino que es una estructura comunitaria basada en el dinero telemático.

Como mensaje final o de resumen de esta breve reflexión, de este breve mensaje, advierto: ««Poca cosa podremos hacer en favor de las grandes problemáticas del mundo contemporáneo, en favor de los grandes desafíos que se plantean en este inicio del siglo XXI, si previamente no logramos ordenar medianamente bien nuestro tejido socioeconómico de base.»»

Carta Abierta de Helena Arce al Presidente de la República y al Ministro del Interior del Uruguay

SR. PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
SR. MINISTRO DEL INTERIOR

En este momento no voy a medir mis palabras, no pienso pedir disculpas si alguna parte de esta carta suena a falta de respeto, si es fuerte o poco recomendable, de verdad me importa un cuerno.

No escribo como periodista, que lo soy, y ni siquiera como ciudadana uruguaya. En este momento soy y quiero ser únicamente una madre, residente en Uruguay, que debe dar gracias a Dios, que lo que le pasó a su hijo no fue nada, comparando con lo que le ha pasado a otros muchachos, jóvenes como él, que son buena gente, que trabajan y estudian. Jóvenes de esos que no pasan por la vida de las drogas ni de la delincuencia.

Hoy que no aparezca nadie a decirme ni una sola palabra que disculpe a estos sinvergüenzas que nos asolan, que nos hacen vivir entre rejas, porque no sé lo que soy capaz de decirle o hacerle.

Les decía que den gracias a Dios porque mi hijo sólo salió golpeado y robado, porque Dios lo protegió, y a pesar que los hijos de la mugre lo dejaron tirado en el piso sin conocimiento, y a pesar que algún vecino del lugar no se animó a salir a defenderlo, pero por lo menos uno llamó al patrullero.

Presidente José Mujica, usted no tiene hijos; Ministro Eduardo Bonomi, realmente no lo sé si los tiene o no. Pero, ¿pueden preguntarle a vuestro compañero Fernández Huidobro, quien me consta que tiene una hija, qué sentiría si a las 7:00 de la mañana lo llaman de la Jefatura, diciendo que la vayan a buscar, que está lastimada, porque la golpearon para sacarle el celular?

Mi hijo cometió la terrible culpa de salir de noche a una fiesta organizada por amigos, fue sin auto porque quería tomar algo y claro, eso lo hizo presa más fácil para los hijos de la mismísima delincuencia. Son sus amigos de toda la vida, y decidieron hacer una fiesta para divertirse entre ellos.

Mi hijo estuvo internado en observación toda la mañana, por suerte la tomografía le dio bien, o sea que fue un susto y vivió para contarlo, y yo, su madre, puedo seguir viviendo sin hacer lo que cualquier madre del reino animal, que eso soy en este momento, haría si tocan a su cachorro.

Me importa poco el celular que le robaron, que se lo compró con el fruto de su trabajo. ¿Miren lo que estoy diciendo? De verdad me importa muy poco, pero cada una de las heridas que ese muchacho de veintitrés años tiene en su cuerpo, buena gente ese muchacho, respetuoso y decente porque fue bien parido, me duelen a mí como llagas en el alma.

Les escribo esta carta a ustedes dos para exigirles, obligarlos a que tomen medidas con la delincuencia. ¡Basta de manuales que indiquen cómo cuidarnos! ¿Es que un muchacho, un hombre en realidad de veintitrés años, que estudia y trabaja, no tiene derecho a ir a una fiesta organizada por un amigo, y volver de madrugada a su casa en seguridad? ¿Qué piensan hacer para defendernos de una buena vez, a los ciudadanos que trabajamos más de lo que podemos y pagamos una barbaridad de impuestos, de esta peste que nos está pudriendo la sociedad?

No hay nada que los justifique, la pobreza no justifica la delincuencia, vengo de un hogar que formaron dos seres que supieron ser muy pobres, y que terminaron su vida con una muy digna posición fruto de su trabajo, de su esfuerzo. Mis padres no fueron a robarle ni a matar a nadie para tener algo, y en vez de odiar y quejarse se dedicaron a trabajar. No me criaron en el odio hacia los que tienen más, me enseñaron que únicamente trabajando podía aspirar a salir adelante, y así crié a mi hijo, como tantos ciudadanos que habitamos este suelo.

Señores gobernantes: Es a nosotros que se deben, a nosotros nos tienen que defender, basta de defender a esa mugre, diciendo que son fruto de la pobreza y del sistema.

Nosotros, los que no lastimamos a nadie, los que no le hacemos daño a nadie, los que únicamente aspiramos a vivir del fruto de nuestro esfuerzo, debemos ser vuestra preocupación principal.

Todos sabemos que estos mal nacidos cometen estas atrocidades únicamente para comprar droga. Ese teléfono, caro y moderno, que mi hijo compró con su trabajo, va a ser vendido a otro delincuente en, a lo sumo $100 uruguayos (no mucho más que 5 dólares estadounidenses), para pagar alguna dosis de pasta base. Que les aproveche a esos mal nacidos, y que esa dosis sea lo suficientemente fuerte como para que no necesiten otra.

Pero las heridas en el cuerpo de mi hijo, eso sí que no, esas llagas vivas que tengo en el alma, ¡¡¡NO!!! No las perdono.

Les exijo a los gobernantes de mi tierra, como madre de un ciudadano ejemplar, que tomen medidas.

No nos obliguen a ser los padres quienes terminemos tomándolas. Hoy mi hijo zafó, por ello solo le deseo al mal nacido ese que le robó y le pegó, que la dosis que se tome con el fruto de la venta del robo a mi hijo, sea la última. Y no me pregunten qué haría si la cosa hubiese sido peor. No creo que quieran saber la respuesta. Pero a los gobernantes de mi país les exijo que no nos acorralen, y que busquen soluciones para que nuestros hijos, los decentes, puedan salir a la calle, puedan vivir su vida dignamente, porque eso es nada más ni nada menos que vuestra obligación.

Helena Arce
Noviembre 2010

Titular de prensa: “Nin se enriqueció en 5 millones de dólares en sus cinco años con Tabaré”

Fuente: http://www.elpais.com.uy/090718/pnacio-430338/sociedad/patrimonio-nin-admitio-omisiones-en-declaracion

Fecha: Sábado 18 julio 2009

Un caso bien confuso: En el año 2000, el hoy vicepresidente Rodolfo Nin Novoa tenía un patrimonio negativo de unos US$ 379.000. En el año 2002, el patrimonio negativo del senador frenteamplista era de unos US$ 204.000, y en el año 2004 el saldo declarado también fue negativo: US$ 210.000.

En 2005, ya como vicepresidente, Nin Novoa declaró un patrimonio neto positivo de US$ 300.000, en 2007 un patrimonio positivo de US$ 3.387.360; y en 2009 otro positivo de US$ 5.450.138.

Patrimonio: Nin admitió omisiones en sus declaraciones.

En el año 2004, no declaró deuda ante el BROU: "Se me pasó", dijo.

El vicepresidente Rodolfo Nin Novoa admitió que en el año 2004, en plena campaña electoral, omitió incluir en su declaración jurada ante la Junta de Transparencia y Ética Pública, la deuda que tenía con el Banco República (BROU), aunque defendió su proceder en las diferentes declaraciones juradas, expresando que actuó con buena fe.

Según un informe del semanario Brecha, en el año 2000 -al ingresar como senador- Nin declaró una deuda con el BROU por US$ 11.200, pero ya cinco años antes el banco lo había embargado por US$ 21.900.

En 2002, el embargo trepaba a US$ 135.210, pero Nin Novoa declaró que el saldo de la deuda era de US$ 1.600. Enfrentado a esa declaración expresó: "¿1.600? No puede ser. No recuerdo, pero no creo (...) No estaba dispuesto a aceptar lo que me quería cobrar el banco. Siempre reconocí la deuda, pero no lo que me querían hacer pagar", con soltura respondió Nin en entrevista con el semanario.

Y en 2004, su declaración omitió esa deuda. "Sí, se me pasó, estábamos en plena campaña electoral", reconoció Nin.

"Fue un error pero no lo hice de mala fe", agregó, cuando se le recordó que sí declaró las deudas con Acac y Cofac. Al asumir como vicepresidente, en el año 2005, declaró una deuda de US$ 8.000, pero el fideicomiso la calculaba en US$ 16.000, siempre según el informe del semanario.

ESTANCIA: En la declaración de 2007, Nin declaró que en su parte del campo (que tiene con sus hermanos) la hectárea valía unos US$ 715, pero el informe advierte que la compró a unos US$ 800. "Nuestro cálculo es que la hectárea en ese momento costaba US$ 715", respondió Nin.

Y en la declaración del año 2009, Nin dijo que el valor de la hectárea era de US$ 1.200.

Nin tampoco reflejó el valor que le agregó a su campo de Cerro Largo con la construcción de una casona con seis dormitorios, tres de ellos en suite. Según Brecha, esa obra vale por lo menos US$ 200.000. El vicepresidente advirtió al periodista: "Ni soñando cuesta esa plata". Reconoció que pagó US$ 45.000 por la obra.

23 abril 2009: Juez pide a fiscal que diga si pide procesar a Nin. El caso volverá a estudio de la Fiscalía para nuevo dictamen.

Banco: El BROU le adjudicó una estancia en Cerro Largo que estaba endeudada, en forma directa y sin licitación. Nin ocultó la informacion del campo en su declaración de impuesto a la renta

Tráfico de influencias: Gonzalo Nin pedirá a la Justicia que lo investiguen por tráfico de influencias. La abogada de Gonzalo Nin, la doctora Hebe Martínez Burlé, presentará próximamente, una denuncia ante la Justicia para que se investigue el caso que involucra al hermano del vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa, en un presunto tráfico de influencias en la compra de armas para el Ejército.

OTRO DOCUMENTO RECOMENDADO - El "Consenso de Barcelona" en Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Consenso_de_Barcelona

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