Su hábitat fue el mar y vivió aproximadamente hace 460 millones de años, según informan prestigiosas revistas científicas.
Se trataría de la más antigua especie de los "euriptéridos" (depredadores hoy extinguidos, vinculados con los arácnidos).
El terror de los mares en el periodo Silúrico, hace 410 millones de años, era un escorpión de agua de 1,80m de largo, denominado Euriptérido, que chapoteaba con su cola y patas traseras cuando dirigía sus pinzas delanteras hacía sus presas.
Con el nombre de Euriptérido, o escorpión marino, se designa a cualquier miembro de un grupo de artrópodos extintos que dominaron en los mares interiores de agua dulce y salobre hace entre 500 a 230 millones de años, en especial durante los periodos silúrico y devónico. Los euriptéridos se parecían un tanto a los escorpiones de tierra, que no están emparentados con ellos, y algunos tenían, como éstos, aguijones venenosos. Tenían un exosesqueleto quitinoso y cuatro o cinco pares de patas ambulatorias, un par de quelíceros (apéndices afilados en forma de pinzas), un par de ojos compuestos y un par de ojos simples. Ciertos euriptéridos medían casi 3 metros de longitud.
En Estados Unidos, en la cuenca del río Iowa, en el estado de igual nombre, un antiquísimo cráter formado por un impacto meteorítico, ha sido el sitio del espectacular hallazgo.
El ejemplar, denominado en honor a un antiguo navío griego, como "Pentecopterus decorahensis", tenía el tamaño de un ser humano, y estaba provisto de temibles garras en la cabeza.
Con un metro y setenta centímetros de largo, esta siniestra criatura, contaba con doce extremidades, con las que capturaba a sus aterradas víctimas y las llevaba a su boca devoradora, desapareciendo luego las despedazadas presas en su oscuro interior.
Su ancha cola, constituía su órgano de propulsión en el medio acuático.
A diferencia de los escorpiones actuales, este espécimen carecía de aguijón venenoso.
La especie encontrada ha concitado la atención de la comunidad científica toda. El apéndice caudal, con forma de paleta, la pata que utilizaba para nadar, no tiene igual. La forma de la cabeza es sumamente extraña.
Posteriormente, existieron en la Era Primaria, ( llamada también Paleozoica, o de la vida antigua ) otros escorpiones marinos, que se desarrollaron en el Período Silúrico.
Hace unos 400 millones de años, alcanzaron el cenit de su poder y su mayor expansión por los mares del planeta.
Los fósiles de algunos de ellos están tan bien conservados que presentan todavía las impresiones de los ojos.
Algunos de estos invertebrados, alcanzaban casi tres metros de longitud corporal. Tenían el cuerpo articulado, lo cual les permitía desplazarse con gran facilidad.
Estaban cubiertos por una piel muy dura. Con sus largas patas, terminadas en poderosas pinzas, capturaban a sus presas, en particular gusanos, peces y trilobites.
Estos trilobites (con su cuerpo dividido en tres lóbulos) eran un apetitoso manjar, ya que si bien rondaban los veinte centímetros, algunos tenían un cuerpo de hasta 70 centímetros.
Hay que considerar que los primeros peces carecían de mandíbulas, y el tamaño de los trilobites favorecía que fueran seleccionados como presas. Posteriormente, aparecieron peces provistos de mandíbulas, con dientes, que nadaban rápidamente, lo cual les permitía capturar presas ya más grandes.
Los primeros animales con columna vertebral, fueron criaturas con caracteríszticas de peces. Se denominan "Ostracodermos".
Tenían una gruesa piel, protegida además con placas, escamas y protuberancias, midiendo alrededor de un metro de largo. Su nombre significa : "concha acorazada".
En el Silúrico ya empezaron a aparecer los "peces acorazados", que fueron desplazando a los escorpiones marinos gigantes, de la cúspide de la cadena alimentaria.
En el siguiente período geológico, el Devónico (que también es conocido como la "Era de los peces"), algunos de los peces acorazados, tales como el Dinyctis y el Duncleosteus, alcanzaron tamaños enormes del orden de nueve metros.
El escorpión, impelido por las circunstancias, se trasladó del mar a la tierra, defendiéndose ahora con el aguijón.
Escorpión, Trilobite, y Ammonite, habitantes de los mares primigenios
Continuaremos con estos temas en otra oportunidad. Como ya es habitual, Brunetto se despide de los amables y queridos lectores con un cálido abrazo.
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