Los animales que generalmente designamos como Mamuts, constituyen en verdad 11 especies del género Mammuthus (nombre científico que en ruso significa muy grande).
Su tamaño variaba entre los gigantes, como el Mamut del río Sungari, (en el norte de China) que con 9 metros de largo y 5,3 metros de altura, inclinaba la aguja de la balanza hasta las 15 toneladas
Otros colosos eran el Mamut Imperial, que también llegaba a los 5 metros de altura, y el Mamut de Columbia en América del Norte.
Los dientes de estos pesos pesados de esa época estaban diseñados para durar y eran tan grandes que una muela llegaba a pesar unos dos kilogramos. Y cuando estos elementos se desgastaban por comer tantas hierbas y cortezas, nuevos dientes los sustituían.
Los Mamuts vivieron desde el Plioceno hasta los inicios del Holoceno. Eran animales de climas fríos, cubiertos generalmente con una gran "manta" de largo pelo. Se han conservado partes de piel peluda en algunos restos encontrados en los hielos.
Los ejemplares más gigantescos tales como el Mamut Sungari (encontrado en China, que superaba largamente las 12 toneladas) y el Mamut Imperial (que superaba las 10 toneladas) presentaban la cabeza con una forma abultada, y sus defensas eran mucho más largas que los "colmillos" de los elefantes actuales.
El Mamut Columbiano apareció en escena hace aproximadamente un millón de años, y con una altura de más de 4 metros a la cruz, este "titán de la Edad de Hielo, superaba largamente las 10 toneladas de peso.
En su aspecto era parecido al elefante asiático, pero con una corpulencia descomunal, y carecía de la capa de pelos que caracterizó a la mayor parte de los Mamuts.
En su adultez ningún carnívoro osaría atacarle, dado su tamaño, y las peleas sólo se darían entre machos adultos, por conquistar una compañera.
El Mamut de Columbia habitó zonas de pastizales, matorrales y bosques de coníferas, bosques tropicales y zonas de vegetación acuática.
Este animal enorme, era uno de los más voluminosos, siendo su longitud corporal, del orden de 10 metros.
Un par de colmillos que se ubicaron en Texas, son los más grandes conocidos hasta el momento, midiendo 5 metros de largo. Estaban tan curvados hacia el centro, que casi se tocan en la punta. Se supone que los usaban en sus peleas.
Un detalle llamativo es el descubrimiento de una gran protuberancia ósea, ubicada detrás de los ojos, un claro indicador de que estos paquidermos se enfrentaban a cabezazos.
Poseían excelente olfato y su memoria les permitía recordar la ubicación de las bolsas acuíferas.Se alimentaban de hierbas, en llanuras, praderas y sabanas.
Los restos fosilizados de este animal, fueron descubiertos por Falconer en 1857. Son característicos del Pleistoceno y principios del Holoceno , estimándose que llegaba a vivir unos 80 años.
El Mamut de Columbia fue uno de las últimas especies de este linaje, que existieron en Norteamérica y América Central, extendiéndose desde Canadá hasta Costa Rica.
Hace 11.000 años comenzaron a declinar, víctimas de los cambios climáticos ocasionados por explosiones de Cometas y Meteoros cósmicos.
Otros fueron gravemente afectados por enfermedades difundidas con gran rapidez, por la presencia de los primeros humanos.
Otros fueron gravemente afectados por enfermedades difundidas con gran rapidez, por la presencia de los primeros humanos.
En marzo de 2016, un cráneo y dos fragmentos de colmillos, fueron encontrados en un banco de arena al nordeste de Oklahoma.
El Mamut Imperial, cuyos mejores ejemplares han sido encontrados en "La Brea" y otros lagos de asfalto californianos, fue una de las especies de mayor talla, alcanzando casi 5 metros de altura a los hombros.
Existió hace 1 millón y medio de años en la América del Norte, extendiéndose desde Canadá a Nuevo México.
Carecía de la densa capa de pelo que caracterizaba al "Mamut lanudo", dado que su hábitat era mucho más templado que el de la zona boreal euroasiática.
Joseph Leidy (foto arriba), el primer estadounidense experto en animales prehistóricos, lo describió como una especie fósil en 1858.
Una característica digna de destaque la constituyen sus defensas (o colmillos) que se curvaban al extremo de que se cruzaban.
La cola de los Mamuts era más corta que la de los elefantes. Se estima que su período de gestación sería de 22 meses y que las hembras darían a luz una sola cría por embarazo.
Los últimos ejemplares del Mamut vivieron en las islas de St. Paul hasta hace 8.000 años y en la isla Wrangel (al norte de Siberia) extinguiéndose 4.000 años atrás.
Acerca de su desaparición se han esbozado diferentes teorías que intentan explicar cómo la mayoría de los Mamuts fueran borrados del libro de la vida en forma tan rápida ( en términos geológicos ).
Se ha afirmado que los hombres del Paleolítico les daban caza, pero la mayor parte de los investigadores están de acuerdo en coincidir que la cacería no pudo ser el factor determinante, capaz de exterminar una fauna que en su época de esplendor y florecimiento,se extendió por todo el hemisferio boreal.
Existen otras explicaciones,que sostienen que un virus afectó gravemente a la población animal y se propagó a gran velocidad, como la gripe o el ébola.
También parece razonable suponer que cambios bruscos de temperaturas y una serie de inviernos muy duros en condiciones extremas y prolongadas,hubieran hecho que las manadas declinaran y desaparecieran.
Estos cambios climatológicos habrían sido consecuencia de la explosión de dos cometas, uno sobre el actual Canadá y otro sobre el actual México, según lo sostiene, con fundamento, la llamada hipótesis del Meteorito Tolimán, Tal fenómeno astronómico habría ocurrido al final del Pleistoceno, y comienzos del Holoceno, cuando precisamente comenzó a declinar toda la megafauna de esa época.
Estos cambios climatológicos habrían sido consecuencia de la explosión de dos cometas, uno sobre el actual Canadá y otro sobre el actual México, según lo sostiene, con fundamento, la llamada hipótesis del Meteorito Tolimán, Tal fenómeno astronómico habría ocurrido al final del Pleistoceno, y comienzos del Holoceno, cuando precisamente comenzó a declinar toda la megafauna de esa época.
Agradecimiento y cierre: Agradezco sinceramente la invaluable colaboración de los ingenieros Juan Carlos ANSELMI ELISSALDE y Aulo Fernando GARCÍA TEXEIRA en el aporte de las valiosas ilustraciones que engalanan este artículo.
Como los consecuentes lectores apreciarán, se procura brindar en esta serie, un panorama claro, completo, y entendible, acerca de los fantásticos seres que precedieron a la humanidad en el dominio del planeta.
Esperando que tanto el texto como las ilustraciones hayan resultado de interés y utilidad, y contando con la benevolencia de los amables cibernautas, Brunetto se despide de los mismos, prometiendo continuar con estas apasionantes temáticas.
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