jueves, 7 de enero de 2016

Cometa Catalina, un cuerpo celeste muy peculiar, que los astrónomos no esperaban


ASTRO  ASOMBROSO :   EL  COMETA  CATALINA,  TEMA  DE  APASIONANTE INVESTIGACIÓN, CON LAS ÚLTIMAS NOVEDADES CIENTÍFICAS SOBRE EL LUMINOSO ASTRO QUE FASCINA TANTO AL GRAN PÚBLICO COMO A LOS PROPIOS ASTRÓNOMOS


El conocimiento de la composición físico-química de los cometas es de gran interés tanto en Astronomía como en Astrobiología. Estos astros cabelludos, han preservado admirablemente, los componentes de la nebulosa primordial, origen de nuestro Sistema Planetario

En los estudios comparativos entre la composición de los cometas y la del Sol y los planetas, los astrofísicos intentan conocer la transformación experimentada por los cuerpos integrantes de nuestro Sistema Solar, desde sus lejanos orígenes hasta nuestra época.

El cometa Catalina, con una actual magnitud de entre 6,1 y 6,5 se observa desde el 17 de diciembre de 2015, alcanzando una brillantez suficiente como para ser apreciado a ojo desnudo.

El avistamiento rendirá sus mejores frutos, si se hace desde lugares oscuros, libres de contaminación luminosa.

El 31 de diciembre de 2015 pasó muy cerca de Arturo (alfa del Boyero), una de las estrellas más luminosas del cielo nocturno, y el 12 de enero de 2016 se ubicará a la mínima distancia con respecto a nuestro planeta, unos 107 millones de kilómetros.

Lo descubrieron hace dos años, es un cometa de dos colas, y será visible a simple vista, hasta fines de enero de 2016. Luego se desvanecerá, sumergiéndose en las heladas penumbras del espacio.

Se pensó inicialmente, que se trataba de un planetoide de corto período orbital, pero luego de refinadas observaciones para precisar su trayecto y tomas fotográficas detalladas, se evidenció que era un astro cometario.

Los astrofísicos se percataron, perplejos, que se encontraban frente a un astro procedente de la vasta Nube de Oort.

Cuando fue detectado, se ubicaba a más de 7 Unidades Astronómicas, brillando con magnitud 19. Como es característico en los cometas recién llegados, se zambulló de inmediato en el Sistema Solar Interior, con una órbita inclinada.

A fines de diciembre de 2015, el astro cabelludo cruzó por las constelaciones de Virgo y el Boyero, deslizándose por la esfera celeste hacia el norte, a casi un grado por día, en dirección a la estrella Arturo.

Desde el 1 de enero de 2016, el cometa roza a casi un grado al suroeste de esta luminaria de color anaranjado, en una conjunción notable de destacar, para el inicio del año nuevo.

El 9 de enero de 2016, estará proyectado en Canes Venatici, donde destaca la estrella Corcaroli  o corazón de Carlos.

Los astrónomos calculan que el 12 de enero, se ubicará en la máxima aproximación a la Tierra, unos 100 millones de kilómetros.

Ya lo avistaron desde Perú, desde las selvas amazónicas, desde Iquitos y Pucallpa, y los observadores quedaron gratamente impresionados por el aspecto y  brillo del misterioso objeto.

Su luminosa y pulverulenta cola, mide más de 100.000 kilómetros de longitud, y el cometa está expulsado partículas, gas caliente y fino polvo.

 Se está vaporizando el hielo conservado desde hace 5000 millones de años, como materiales residuales de la formación del Sistema Solar.

Y como los visitantes de la Nube de Oort tienen extraños comportamientos, nadie sabe a ciencia cierta, qué tan luminoso resultará este astro. Pero lo que sí se sabe, es que tendrá una vida breve: luego de apenas unos millones de años, los tirones gravitatorios de los grandes planetas gaseosos, de gran masa, lo expulsarán de nuestro Sistema Solar, proyectándolo hacia el espacio interestelar.

Se estima que tiene un núcleo de gran tamaño, calculado entre 4 y 20 kilómetros de diámetro, y será bien visible para los observadores del hemisferio boreal.

Originalmente confundido con un asteroide, este cometa tardará más de 450 años en completar su revolución en torno al Astro Solar. La mayor parte de su ciclo cósmico, se ubicará muy lejos del astro central, sometido a temperaturas bajísimas.

Describe su órbita en sentido retrógrado, moviéndose en dirección contraria a la de los planetas.

Este peculiar objeto, pertenece al grupo de cuerpos del Sistema Solar, conocidos como Damocloides, y este peculiar nombre se debe al cuerpo prototipo (5335 Damocles) integrado por unos 50 núcleos cometarios inactivos, de la familia del Halley.

Su tamaño promedio es de unos 8 kilómetros, y algunos describen su órbita en sentido retrógrado.

Presentan un aspecto asteroidal, pero al acercarse al perihelio, abandonan su inactividad y subliman compuestos volátiles, como nuestro protagonista, mostrando cabellera y caudas o colas.

Esperando haber brindado un panorama bastante completo sobre el cometa Catalina, quien escribe estas líneas, Carlos Brunetto, se despide de los amables lectores, deseándoles venturosos auspicios de paz y prosperidad en estas fechas especiales.

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Véase también

(293) Jueves 7 de enero de 2016
Muchos de los cometas son astros que han permanecido prácticamente incambiados desde la formación del sistema solar, y por ello encierran información muy valiosa

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