lunes, 31 de enero de 2011

Cartelera astronómica: Algo más sobre los raros astros cabelludos, informaciones, vídeos, y extraordinarias fotos de los cometas 9P/Tempel 1 y 103P/Hartley 2

DIBUJO QUE MUESTRA CÓMO MUY PROBABLEMENTE SERÍA LA SUPERFICIE DE UN COMETA


EXTRAORDINARIAS FOTOGRAFÍAS OBTENIDAS POR LA SONDA ESPACIAL "Deep Impact" DEL NÚCLEO DEL COMETA "Hartley 2" EN NOVIEMBRE 2010











INFORMACIÓN GENERAL

El 12 de enero del año 2005, se realizó con éxito el lanzamiento de la sonda automática americana "Deep Impact" (en español "Impacto Profundo").

Dicha sofisticada sonda se acercó el 4 julio 2005 al cometa "9P/Tempel 1", para lanzar un artefacto impactador explosivo que abrió un cráter de 100 metros sobre la superficie de dicho cuerpo celeste, y así poder realizar varias observaciones y experimentos científicos. El referido cometa fue descubierto el 3 de abril de 1867 por Ernst Wilhelm Tempel, un astrónomo alemán que en la fecha trabajaba en Marsella (Francia).

Después de completar la recién citada misión principal, se ideó una extensión de la expedición para aprovechar más integralmente las capacidades de la sonda. Se constituyó así la denominada Misión EPOXI, con el fin de estudiar planetas extrasolares y visitar el núcleo del cometa "103P/Hartley 2", un pequeño cuerpo celeste que orbita en torno al Sol con un período de 6.46 años, y que fue descubierto por el astrónomo Malcolm Hartley en 1986, utilizando el Telescopio Schmidt del Observatorio de Siding Spring (Australia).

IMAGEN DEL MOMENTO EN EL QUE EL PROYECTIL LANZADO POR LA SONDA " Deep Impact" CHOCA CON EL COMETA "Tempel 1"


Detalle de un cráter del Cometa "Tempel 1" tomada unos segundos antes del impacto por el proyectil disparado desde la sonda "Deep Impact"


Ilustración de la sonda espacial "Impacto Profundo" tras la separación del proyectil


Secuencia del cometa Tempel 1 entre el 22 y el 23 de junio de 2005


VÍDEOS RECOMENDADOS

Misión "Deep Impact"


Misión "Impacto Profundo"


El cometa Temple I y la Misión "Impacto Profundo"


NASA's Deep Impact mission


PÁGINA DIGITAL RECOMENDADA CON ENLACES A MUY INTERESANTES VÍDEOS DE ASTRONOMÍA

http://celestia.albacete.org/celestia/celestia/videos.htm

VÍDEOS DE FICCIÓN RELATIVOS AL IMPACTO DE UN COMETA CONTRA NUESTRO PLANETA Y RELATIVOS A OTROS DESASTRES NATURALES

IMPACTO PROFUNDO - ASTEROIDE


IMPACTO PROFUNDO












Apocalypse 10.5








OLA GIGANTE - MAREMOTO

domingo, 30 de enero de 2011

Los cometas siempre han generado curiosidad e inquietud, por sus tan repentinas apariciones, y por sus apreciables cambios de forma y luminosidad






CURIOSIDADES COMETARIAS



En el presente artículo, continuaremos presentando otras variadas informaciones sobre los singulares astros cabelludos, las cuales esperamos sean del interés de nuestros queridos lectores.

Comenzaremos por indicar que un contemporáneo del conocido astrónomo y matemático alemán Johannes Kepler (1571-1630), un tal Cysato de Lucerna, observó uno de los cuerpos cometarios con un anteojo astronómico (recordemos que no hacía mucho que se había inventado el telescopio, pues este dispositivo fue construido y ensayado por primera vez hacia 1610), y en su descripción consta por vez primera la presencia de un "núcleo puntual", casi estelar, inmerso en una más amplia cabellera difusa y tenuemente luminosa.

Por su parte Johannes Hevelius (1611-1687) observó un gran cometa en diciembre de 1664 y enero de 1665. En ese intervalo, que comprendió la época del perihelio, el cometa dejó de verse, y por esto muchos creyeron que se trataba de dos cometas distintos, pero Hevelius pudo comprobar que era un mismo y único astro, pues pudo seguirlo perfectamente con su telescopio.

Observó además Hevelius que el núcleo era doble, y que su cabellera presentaba manchas que de tiempo en tiempo cambiaban de lugar, desplazándose del centro hacia la cola.

Sostuvo también Hevelius, que los cometas eran agregados de materia muy sutil, que fácilmente se disolvía.


Por cierto son sorprendentes las coincidencias entre esas ideas de Johannes Hevelius con nuestros actuales conocimientos, algo obviamente digno de destaque.



En lo que concierne a Sir Isaac Newton (1642-1727), podemos decir que fue el primero en demostrar que los cometas son astros sujetos a la "Ley de la Gravitación", y que siguen órbitas elípticas como los planetas, aunque de mayor excentricidad.


Además, este genial matemático inventó un procedimiento para determinar, sobre la base de un reducido número de observaciones, los elementos de una órbita cometaria.

Su contemporáneo Edmund Halley o Edmond Halley (1656-1742) coronó su trabajo, calculando las órbitas de 24 cometas, de los que se tenían datos de observación bastantes numerosos.


Y comparadas entre sí, Halley halló algunas tan similares, que supuso correspondían al mismo astro. El cometa de 1682, entonces recién observado, pareció ser el mismo que los observados en los años 1607 y 1531. Por lo tanto, asumió periodicidad en estas apariciones, y predijo el próximo retorno de ese astro para fines de 1758 o principios de 1759.


Obviamente, se precisaba afinar más la fecha del retorno con fórmulas matemáticas más perfeccionadas. Un matemático francés, Alexis Claude Clairault (1713-1765), tomó a su cargo la parte algebraica del problema, pero la inmensa tarea de calcular numéricamente las fórmulas corrió a cargo de dos compatriotas suyos, una señora aficionada a las matemáticas de nombre Nicole-Reine Hortensia Lepaute (/1723-1788/ -imagen a la izquierda-, esposa del relojero Jean-André Lepaute /1720-1789/) y el astrónomo Joseph Jérôme Lalande (1732-1807).


Como reconocimiento a la citada labor de cálculo, el astrónomo Guillaume Le Gentil, que había traído de la India una planta nueva y aún sin nombre en ningún lenguaje europeo, se la obsequió a esta dama. Y es así como hoy, las "hortensias" están ampliamente difundidas por el mundo.

Resulta curioso observar, que las mujeres con cierta frecuencia toman nombres de flores o nombres de algo relacionado con flores (por ejemplo Rosa, Margarita, Melisa, Violeta, Camelia, Florencia, Florinda, Lore, Lorena, etcétera). En el caso aludido sucedió a la inversa, una planta procedente de las comarcas exóticas del Oriente tomó el nombre de "Hortensia" en honor a esta ilustre dama.

Los citados intrépidos matemáticos-colaboradores estuvieron medio año haciendo las operaciones necesarias, sin apenas descansar más que para comer y dormir.

Y Clairault (o Clairaut) encontró que Júpiter retrasaba el retorno del cometa 518 días, y Saturno otros 100 días, o sea, que aquella revolución del cometa sería casi dos años más larga que la anterior, y en consecuencia pasaría por el perihelio en abril de 1759, con un mes en más o en menos de aproximación.

Newton y Halley, ya fallecidos, no pudieron observar el cometa al que hacemos referencia, que acudió puntualmente a la cita, pasando por el perihelio el 12 de marzo de 1759. Este cometa es llamado Halley, en honor a los estudios que sobre ese astro realizara este connotado científico.

De él se conocen unas treinta apariciones. La más antigua (y probable) sería la del año 2315 AC, y fehacientemente comprobada la del año 240 AC. Las últimas hasta hoy registradas, son las de los años 1910 y 1986 (porque el lapso de revolución, promedialmente, es de 76 años).

La próxima aparición de este cometa se espera para el año 2061 o tal vez para 2062, dado que puede ser perturbado por la influencia gravitacional de los grandes planetas, en particular por Júpiter y Saturno.

Es importante puntualizar, que Edmund Halley no "descubrió" al cometa. Como ya dijimos, los chinos ya lo habían observado al menos en el año 240 AC. Sin embargo, este astro se denomina Halley hoy día, pues dicho astrónomo inglés fue el que precisó la periodicidad con que aparece el cometa, al calcular su órbita con bastante exactitud.

Para un cometa no es mucho tiempo visitarnos una vez o dos por cada siglo. La fama del Halley, en parte también se debe a que el brillo del astro en cuestión es realmente impactante, llegando a nosotros con una periodicidad similar a la media de la existencia humana. O sea que no es excepcional encontrar personas que hayan logrado realizar avistamientos de este astro durante dos pasajes consecutivos por las cercanías de nuestro "Astro Rey".


CURIOSIDADES DE OTROS ERRANTES CABELLUDOS

En el año 1965, se vió a simple vista un gran cometa descubierto por los japoneses, llamado Ikeya-Seki, que alcanzó una gran luminosidad. Su cola fue creciendo al aproximarse al Sol, y al ubicarse a unos 300.000 kilómetros del globo solar, su aspecto fue realmente espectacular (ver imagen abajo).


Y el 3 de marzo de 1843, se divisó desde Montevideo (Uruguay) un cometa de gran brillo, erguido 60 grados al horizonte. Así lo ratifica el libro "Cronología de Montevideo" publicado por el Palacio Legislativo en 1976. Se trató del llamado Gran Cometa de 1843 oficialmente designado C/1843 D1 (ver imagen abajo).


Por su parte, el cometa más brillante del siglo XIX fue descubierto por el astrónomo italiano Juan Bautista Donati o Giovanni Battista Donati (Pisa 1826 - Florencia 1873). Obviamente, el astro lleva el nombre de su descubridor, y volverá a ser visualizado en el año 3870. Dicho astro cometario (C/1858 L1) divisado desde Florencia en 1858, presentaba una cola con un aspecto de "pluma" de ave, que se extendía por unos 85 millones de kilómetros (ver ilustración abajo de C/1858 L1 -Donati-). En esa oportunidad, el astro fue visible algunos meses desde las Repúblicas del Plata (Argentina y Uruguay).


El fenómeno resultó un suceso espectacular, ya que fue posible apreciar que tenía dos colas rectilíneas delgadas y una curvada y ancha. Su período ha sido calculado en unos 2000 años. Actualmente se encuentra fragmentado en tres partes.

Corresponde indicar que el período de algunos cometas puede llegar a tener un valor destacado, de varios miles de años.



Al cometa West (ver arriba las dos ilustraciones), que se pudo apreciar en 1976 con las luces de la ciudad de Tucson a lo lejos (maravilloso espectáculo), se le ha calculado un período de 558.000 años. Y respecto del extraño cometa 107P Wilson-Harrington se le estimó un período de 4287 años (ver abajo imagen de la placa lograda el 19 de noviembre de 1949).


Los aspectos bajo los que se nos presentan los cometas, por cierto tienen una muy amplia variabilidad.

Los cometas de la familia de Júpiter nunca son objetos muy destacados. Unos pocos llegan a verse a simple vista, pero sin gran espectacularidad, cuando pasan cerca de nuestro mundo, la Tierra.


Entre la Familia de Cometas de Júpiter se encuentra 81P/Wild 2, que fue alcanzado por la sonda espacial Stardust (ver dibujo arriba) en enero de 2004, así como el cometa Shoemaker-Levy 9, el cual se fragmentó y colisionó con Júpiter en julio de 1994 (ver abajo recreación artística del impacto de uno de los fragmentos de este cometa). También merecen mención: los legendarios 2P/Encke (el cometa con el periodo más corto); 17P/Holmes (que en su reciente paso -2007- tuvo una erupción que le permitió convertirse por poco tiempo en el objeto más brillante del Sistema Solar); 57P/du Toit-Neujmin-Delporte (fracturado en 19 fragmentos en su paso del 2002); 67P/Churyumov-Gerasimenko (hacia donde va dirigida la sonda espacial Rosetta, en un viaje que se extenderá hasta el año 2014); y 85P/Boethin, que alcanzó su perihelio el martes 16 de diciembre 2008.


Por su parte, el cometa que se acercó más a nuestro mundo en tiempos recientes, fue el Lexell (D/1770 L1) en 1770, cuando se ubicó a 2,244 millones de kilómetros.

En relación al cometa Arend-Roland del año 1957, podemos decir que fue descubierto por los dos astrónomos cuyos nombres lleva, desde el Observatorio de Uccle, Bruselas. En abril y mayo del citado año, dicho astro alcanzó su máximo brillo, y como una rareza -pues ello sólo se ha visto en este cometa y en otro- presentó un apéndice en forma de fina cola dirigida hacia el Sol (anticola), además de la potente cola normal opuesta al astro del día (observar la imagen abajo).


Como información curiosa, también podemos señalar que el cometa Kohoutek descubierto en marzo de 1973, se vio meses más tarde como un leve resplandor. Y luego se despidió de nosotros hasta dentro de unos 75.000 años. La nave "Mariner 10" midió la cola de dicho cometa, que resultó ser de unos 50 millones de kilómetros.




PRINCIPALES COMPONENTES DE UN COMETA


REFERENCIAS A DOCUMENTOS RELEVANTES

Título: Cometas
Enlace: http://www.alucine.com/cometas/cometas.htm

Título: Grandes cometas de la historia
Enlace: http://www.tayabeixo.org/sist_solar/cometas/grandes_cometas.htm

Título: Wikipedia - Cometa
Enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Cometa

Título: Cometas famosos
Enlace: http://www.salonhogar.com/ciencias/astronomia/cometas/cometas/cometasfamosos.htm

VÍDEOS RECOMENDADOS

Título: EL REINO DE LOS COMETAS (ASTRONOMIA)


Título: Los cometas de nuestro Sistema Solar (astronomía)


Título: Odisea en el Espacio [BBC] Capítulo 1 - Viaje hacia los planetas






Título: Odisea en el Espacio [BBC] Capítulo 2 - Viaje hacia los planetas






Título: Odisea en el Espacio [BBC] Capítulo 3 - Viaje hacia los planetas




sábado, 29 de enero de 2011

Las viejas ideas sobre los cometas: Buscando y rebuscando en libros antiguos y en viejos archivos



INSÓLITAS CONCEPCIONES SOBRE LOS COMETAS


En el siglo XVI, el en ese entonces célebre astrónomo Pingré, resumía así el concepto que se tenía de los cometas:

«Los cometas son los signos más eficaces de los acontecimientos más importantes. Están encargados de anunciar las guerras, las sediciones, los movimientos intestinos de las repúblicas; presagian el hambre, las pestes, las enfermedades epidémicas. Está prohibido a los príncipes y a las personas revestidas de dignidad, pagar el tributo a la Naturaleza, sin la previa aparición de un cometa, oráculo universal. En esa forma ningún acontecimiento futuro podría sorprender a nadie. El porvenir puede leerse en el cielo, tan fácilmente como el pasado en la Historia. Su efecto depende del lugar del Cielo donde ha brillado el astro, del país que domina directamente, de los signos del Zodiaco que miden su longitud, de las constelaciones que atraviesa, de la forma y longitud de las colas, del lugar en que se apagan, y de mil otras circunstancias que siempre es más fácil indicar que distinguir.»

En ese entonces no sólo los astrólogos se preocupaban por estos astros. También los médicos se interesaban por los posibles efectos perniciosos de los cometas.

«Si el astro presentaba una tonalidad pálida, decían que producía letargias, pleuresías y perineumonías. Si el color era rojizo, le achacaban ser culpable de fiebres ardientes, sarampión y otras enfermedades eruptivas; si se veía azulado, era señal de peste, gangrena, escrófulas; si el color era amarillento, producía melancolía, manías y desarreglos nerviosos.»

La lista de "absurdos" sería mucho más larga, pero la dejamos por ahora en este punto en consideración al lector.

Acerca de la Naturaleza de los cometas, podemos recordar algunas especulaciones muy interesantes.

Entre los Caldeos estaba difundida la creencia de que los cometas se formaban por movimientos del aire, que se condensaban formando torbellinos.

En la Antigua Grecia, Anaxágoras sostenía (según Aristóteles) que los cometas eran engendrados por el choque y reunión accidental de estrellas fugaces. Bien podríamos preguntarnos si Anaxágoras habría advertido alguna relación entre los cometas y las lluvias de meteoros, como en verdad existe.

Para Séneca, los cometas eran verdaderos astros, y Pitágoras creía que eran planetas, sólo visibles en una parte de su órbita.

Demócrito de Abdera (el fundador del Atomismo) los suponía engendrados por el choque de planetas. Cuando se le objetaba que los planetas tenían sus órbitas dispuestas de manera tal que era imposible el choque, él contestaba afirmando la existencia de planetas desconocidos, y en tan grande número que eran factibles los choques, y de allí la frecuencia de las apariciones cometarias.

Aristóteles, que observó un gran cometa cuya cola se extendió por más de 50 grados, opinaba que eran producidos por las exhalaciones cálidas de la Tierra, que se condensaban e inflamaban en la regiones superiores, opinión forzada por su doctrina acerca de la solidez de los cielos.

Pero veamos algunas opiniones que apuntaban a ideas más concretas.

El prolífico astrónomo y matemático alemán Johann Müller Regiomontanus (también conocido como Johann Müller de Königsberg y como Johann Müllcélebre), observó en el año 1472 un destacado cometa, y motivado por el fenomenal espectáculo escribió un libro, en el cual enseñaba cómo se podía deducir, por los elementos de la observación, la magnitud (vale decir el brillo), la paralaje (y por lo tanto la distancia), y la órbita (es decir, el trayecto de los cometas). Este trabajo impulsó a otros astrónomos al estudio de estos cuerpos.

Es así, que el célebre Petrus Apianus, matemático de Ingolstadt (actual Alemania), estudió las posiciones de 5 cometas, y por primera vez, notó que sus colas siempre van en dirección opuesta al Sol.

El famoso Tycho Brahe, uno de los observadores más agudos de la época pre-telescópica, llegó a demostrar que los cometas eran verdaderos astros, mucho más lejanos que la Luna. Y lo demostró al medir comparativamente, la paralaje de nuestro satélite y la del cometa de 1577.

Además, Tycho Brahe sostenía que, a causa de su constitución, no eran astros permanentes, sino que se deshacían en plazos más o menos largos. Como después veremos, no eran nada desacertadas sus ideas.

Lo curioso del caso de Tycho, es que este astrónomo era partidario de la teoría geocéntrica de Ptolomeo, que afirmaba que todos los astros circulaban alrededor de nuestro mundo. Pero sin embargo, al estudiar el cometa descubierto por él mismo el 13 de noviembre de 1577, llegó a la conclusión de que este astro circulaba alrededor del Sol. Fue a partir de ahí, que Tycho creó un sistema planetario propio, en el cual la Tierra era el centro de giro del Sol, pero los demás astros, los planetas, e incluso los cometas, giraban en torno al Sol. Como vemos, un sistema híbrido entre el de Ptolomeo y el de Copérnico (que en el fondo no dejaba de ser geocéntrico).

Los tres cometas que aparecieron en el año 1618, mucho llamaron la atención de Juan Kepler, ya en ese entonces un astrónomo de cierta fama, que había descubierto algunas de las leyes sobre el movimiento planetario.

Curiosamente, Kepler sostenía que los cometas se movían en línea recta y no en órbitas curvas en torno al Sol. Justo él cometió este error, justo él que fue el verdadero descubridor de la forma elíptica de las órbitas planetarias. Algo por cierto que colma nuestro asombro.







LOS COMETAS EN LA LITERATURA

Julio Verne: "Héctor Servadac" o "Viajes y aventuras a través del mundo solar"








CARICATURAS DEL NOVELISTA JULIO VERNE


Podrán observarse más caricaturas del exitoso escritor francés de novelas de aventuras Jules Gabriel Verne, visitando la página digital cuya dirección electrónica se indica:
http://www.jverne.net/album/imgs/caricaturas1.htm

Para saber más sobre "vida y obra" de Julio Verne, visitar el sitio digital "JVerne punto net".