lunes, 25 de diciembre de 2017

Monstruos antediluvianos (parte B): Una recorrida a través de dibujos y maquetas, en relación a aquellos peculiares gigantes que en tiempos pretéritos habitaron en nuestro planeta azul

Artículo en preparación (disculpe las molestias)

Mensaje al visitante


Introducción

Contando como ya es habilual, con la invaluable colaboración de los ingenieros Juan Carlos Anselmi Elissalde y Aulo Fernando García Texeira, el autor de estas líneas, profesor Carlos Alberto Brunetto García, invita a los amables cibernautas a disfrutar de un pantallazo panorámico (en imágenes) del mundo del pasado.

Para ello, ilustramos el posible aspecto de las bestias que, en pretéritos tiempos, existieron en el planeta azul que hoy día habitamos.

Acompañamos estas imágenes, con una descripción sintética, que permita al lector ubicarse en el biocrón correspondiente, destacando asimismo las características más sobresalientes de las criaturas representadas.

Esperando que este artículo constituya un material de interés y utilidad para todos, invitamos sin más palabras a los visitantes, a introducir su atención, en el maravilloso mundo de los organismos reconstruidos a partir del estudio de los fósiles.

Galería de imágenes


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En el caso del  Pterodáctilo, que abundó en los cielos del  período Jurásico, los  miembros anteriores estaban unidos a los posteriores por un repliegue de la piel, para formar el aparato volador, consistente en una membrana, en cierto modo similar a la de los murciélagos.

Mucho más perfeccionado, y en pleno dominio del vuelo encontramos mucho más tarde, en el período Cretácico, al  Pteranodon,  con unos 8 metros de amplitud entre sus alas abiertas, y una osamenta ligera y  ya plenamente adaptada a su peculiar función.

















Elasmosaurus de larguísimo cuello. Según las variedades, median entre 14 y 17 metros, y pesaban entre 2 y 9 toneladas.


Magnífica representación paleoartística de una variedad de Tylosaurus, ostentando su cuerpo escamoso y su espectacular cresta.
Esta variedad se desplazaba ondulando el cuerpo y su poderosa cola con movimientos serpentiformes. Alcanzaba los 15 metros, y su peso superaba las 15 toneladas.


Excelente pintura al óleo exhibida en el Museo de Historia Natural de la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos.
Obsérvese el puntiagudo hocico y los grandes dientes. Esta variedad de Tylosaurus, carecía de cresta, su longitud corporal era del orden de unos 8 metros, y su peso superaba las 8 toneladas.

Dimorfodon (arriba) y Ramforrinco (abajo), dos inquietantes Pterosaurios de alas membranosas y aspecto temible. Ambos volaron en los cielos del Jurásico.

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