Muchas veces, las reformas y los períodos de auge, son precedidos por crisis económicas y sociales de importancia.
Obviamente, todo es relativo. En más de un aspecto, la situación actual en líneas generales es mucho mejor que la que existía hace varios siglos atrás o hace varios milenios atrás, pero por lo general, hay tendencia a comparar no con el pasado remoto, sino dentro del presente, evaluando las diferencias entre unos y otros.
Pero es una constatación histórica que la mayoría de las grandes crisis, tienen por origen aspectos económicos y sociales, lo que invariablemente viene siempre mezclado y ligado con injusticia y/o desorden fiscal.
De una manera o de otra, los ingredientes básicos de una situación de crisis son los siguientes: injusticia y/o desorden tanto en fiscalidad como en redistribución de riquezas y de recursos ; descontentos varios de unos y de otros ; recursos que no alcanzan ; mal funcionamiento de la justicia en variados aspectos ; inadecuado desarrollo de cuestiones políticas.
Artículo en obra. Disculpas por las molestias.
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