miércoles, 21 de julio de 2010

Nuestro mundo está en peligro: Amenaza cósmica a la Tierra


NUESTRA CIVILIZACIÓN Y NUESTRA PROPIA ESPECIE ESTÁN AMENAZADOS, Y CONVIENE PREPARARNOS CON ANTICIPACIÓN

En los peores momentos de la "Guerra Fría", la humanidad estaba dominada por el temor de un cataclismo nuclear, por el temor a un holocausto atómico. Hoy, por una ironía del destino, esa misma clase de armas siniestras tal vez podrían ser utilizadas para salvar a nuestra especie.


Los científicos han advertido con inquietud, que aproximadamente 2.000 asteroides se aproximan peligrosamente a nuestro planeta, algunos con velocidades escalofriantes, del orden incluso de unos 80.000 kilómetros por hora.

Recientemente, a los líderes mundiales se les ha advertido que deben preparar armas nucleares y/o poner a punto otros planes de contingencia, para intentar desviar el curso de cualquiera de estos cuerpos cósmicos, si se demuestra que algunos de ellos representan una potencial y real amenaza para nuestro planeta.

Si solamente una de estas grandes rocas espaciales impactara al planeta Tierra, casi seguramente provocaría un efecto más devastador que una "Guerra Nuclear" de proporciones, poniendo en grave peligro a nuestra civilización, e incluso pudiendo llevar a la especie humana al borde de la extinción, al borde de la desaparición.



Los riesgos son tan conocidos, y tan importantes y graves las consecuencias que podría tener un fenómeno como el señalado, que incluso se han rodado películas cinematográficas acerca del tema (filmes de cine catástrofe y documentales), tales como por ejemplo: "Armagedón", "Impacto profundo", y también por cierto un excelente "Documental sobre Asteroides" de la "National Geographic Society" titulado: "Asteroides, Impacto Mortal" (para ver este film, hacer "clic" con el ratón sobre el correspondiente título).




Incluso el muy conocido director de cine y guionista Steven Allan Spielberg (ver foto más arriba) ha tratado diversos temas de ciencia ficción en sus producciones, por cierto con enorme repercusión y con gran éxito de taquilla. Lamentablemente, por desgracia, los filmes de ficción e incluso las grandes superproducciones, sean de tipo histórico o de ciencia ficción o de reconstrucciones de época o de fenómenos naturales, con mucha frecuencia cometen errores muy gruesos, que se contradicen con la gran cantidad de dinero invertida en este tipo de proyectos; al respecto, consultar por ejemplo: http://www.terra.es/personal2/pagina_de_fuika/humor/cinerrores.htm. Es una verdadera pena que estas costosas realizaciones, en ciertos casos dejen en el público ideas erradas de tipo científico, o informaciones tergiversadas respecto de acontecimientos históricos o respecto de cuestiones de la naturaleza; por cierto, no sería un gran esfuerzo ser algo más cuidadoso con este tipo de cosas, y así obtener documentos que aunque fueran de ficción, pudieran apoyar indirectamente y complementar al sector educativo.

También por cierto la propia NASA se ha ocupado del tema, y en este sentido una de sus principales realizaciones fue sin duda la sonda espacial "Deep Impact" (en español Impacto Profundo), que logró lanzar un misil que impactó en el núcleo del cometa 9P/Tempel 1 en el mes de julio del año 2005.

Pero en el ámbito científico, muchos expertos denuncian, con razón, que aún no se han llevado a cabo acciones prácticas y serias para prevenir eventuales peligros de impactos cósmicos contra nuestro mundo.


"Hay más personas laborando en un solo local de McDonald´s, que investigadores trabajando sobre el problema en todo el mundo". Tales fueron las categóricas y tajantes declaraciones del Mayor de la armada británica Jay Tate. Necesitamos más investigación y más financiamiento. Todos debemos colaborar, porque el señalado es un problema global, es un problema de todos.

Incluso el "padre de la bomba H", el científico norteamericano Edward Teller, ha manifestado su preocupación enviando misivas a varios líderes mundiales, para así incitarlos a actuar.

Ese especialista afirma que las bombas que él mismo contribuyó a desarrollar, las armas más temibles fabricadas hasta hoy por el hombre, son por cierto "fuegos artificiales insignificantes" comparados con el posible impacto de uno de estos cuerpos cósmicos.

Esas opiniones son compartidas por el doctor Duncan Steel, director de Spaceguard, Australia, quien agrega: ««Si un asteroide de poco menos de un kilómetro estuviera destinado a golpearnos la semana próxima, se podría esperar una advertencia de apenas seis segundos. Cuando ese cuerpo entre en la atmósfera, se encenderá con el brillo de mil soles. Y en el momento en que alguien se vuelva para mirarlo, ya habrá impactado sobre la superficie terrestre, liberando una energía equivalente a 10 millones de veces la bomba de Hiroshima. Luego inexorablemente sobrevendrá el fin. Calculamos, dice el doctor Stell, que una cuarta parte de los seres humanos irremediablemente morirá.»»


Hasta ahora se ha detectado la existencia de casi 2.000 asteroides que describen una órbita que podría cruzar peligrosamente a la órbita terrestre.

Y ya se han ubicado en nuestro mundo, más de 200 cráteres de origen meteórico, algunos de varios kilómetros de diámetro, provocados por impactos de cuerpos celestes. Y seguramente aún quedan cientos de cráteres meteóricos por descubrir.


Estadísticamente, las probabilidades de una efectiva colisión son bajas, son muy bajas. Pero el doctor Steel, sostiene que resulta más probable que alguien muera como consecuencia del impacto de un planetoide, que por un accidente de avión, porque miles de millones de individuos podrían desaparecer casi al unísono, cuando una de estas rocas se estrelle contra la superficie terrestre.

El citado astrónomo pone como ejemplo el fenómeno sucedido en Siberia en el año 1908, el enigmático caso Tunguska, y que devastó al menos 640 kilómetros cuadrados de tierras casualmente no habitadas por humanos.


Asimismo, es ampliamente aceptada la tesis de que los dinosaurios desaparecieron como consecuencia del impacto de un asteroide de 10 a 16 kilómetros de diámetro, y que dio origen al enorme cráter existente en la península de Yucatán.

Afortunadamente, señala Steel, somos más inteligentes que los dinosaurios, y tenemos la capacidad tecnológica para asegurarnos de que la Tierra permanezca a salvo de estos fenómenos. Pero para ello debemos prepararnos con anticipación. En esta materia no se puede improvisar.


La idea de este científico, es promover la instalación de una red que abarque al menos seis potentes telescopios distribuidos por el mundo, a un costo razonable, en comparación a la magnitud del peligro a enfrentar.

Si esos dispositivos fueran suficientemente poderosos y de manejo apropiado, serían capaces de advertir con veinte años de antelación sobre cualquier potencial peligro.


Según sus cálculos, para concretar cada uno de esos proyectos se necesitaría al menos una nave espacial de 10 toneladas, donde parte de la carga serían bombas nucleares.

Pero la idea no es hacer estallar al planetoide. Lo que se piensa es tratar de activar una bomba termonuclear a corta distancia del cuerpo peligroso, y el estallido liberaría "rayos X" y "neutrones", que harían blanco en el asteroide, situándolo entonces en una órbita modificada que no se cruzara con nuestro mundo.

El proyecto consistiría por tanto, en concretar la explosión nuclear a millones de kilómetros de distancia en el espacio exterior, y cuando el asteroide se ubicara por ejemplo en el punto más remoto de su trayectoria orbital.


TORMENTA MUY VIOLENTA

Si un planetoide llegara a traspasar nuestras defensas e impactar en una zona poblada, obviamente millones de personas morirían instantáneamente.

Y si un cuerpo de esas características cayera en el océano, se provocarían olas gigantescas, que inundarían las zonas costeras de buena parte del mundo.

Pero las consecuencias más profundas y peligrosas provendrían seguramente de los trastornos provocados a la atmósfera terrestre.

Al aproximarse a nuestro mundo, una "gran roca interplanetaria" se quemaría, expulsando millones de piedras, corpúsculos, y partículas, y provocando así una violenta tormenta alrededor de todo el planeta.

Los residuos de mayor tamaño alcanzarían la superficie planetaria, pulverizando todo a su paso, y levantando una espesa capa de cenizas como un gigantesco volcán.

Indudablemente se destruirían las cosechas, y las cadenas alimentarias del mundo entero quedarían gravemente afectadas.

Otras voces, esta vez discordantes y más tranquilizadoras, señalan que un impacto peligroso sólo sucede una vez cada 100.000 generaciones.

Además, podrían ocurrir una gran cantidad de desastres, también potencialmente muy peligrosos y devastadores, antes que un asteroide haga impacto en el planeta Tierra.

Sin embargo, el doctor Steel puntualiza: "Aunque suene alarmista, sabemos cuan significativos son los riesgos, como en forma concluyente lo prueban las investigaciones astronómicas, geológicas, y paleontológicas".

Definitivamente existe un riesgo, y sería una grave irresponsabilidad de parte nuestra, no señalarlo públicamente.

Cuando alguien saca las cuentas y monitorea los asteroides, se vuelve un asunto abrumador.

Steel estima que la alternativa es clara: ««Confiar en nuestra buena suerte, y esperar que un planetoide no se cruce en nuestro camino, o tomar medidas adecuadas de una vez por todas. Lo cierto es que sería una locura no prevenir esa posibilidad.»»

No debemos jugar a la ruleta rusa. No debemos arriesgarnos de este modo.


VIDEOS RECOMENDADOS SOBRE METEOROS Y SOBRE CRÁTERES METEÓRICOS

1 - Cosmos, un viaje personal, episodio 4 de la serie de Carl Sagan: Cielo e infierno, el evento de Tunguska, los cometas, y otros fenómenos celestes 1/7


2 - Cosmos, un viaje personal, episodio 4 de la serie de Carl Sagan: Cielo e infierno, el evento de Tunguska, los cometas, y otros fenómenos celestes 2/7


3 - Cosmos, un viaje personal, episodio 4 de la serie de Carl Sagan: Cielo e infierno, el evento de Tunguska, los cometas, y otros fenómenos celestes 3/7


4 - Cosmos, un viaje personal, episodio 4 de la serie de Carl Sagan: Cielo e infierno, el evento de Tunguska, los cometas, y otros fenómenos celestes 4/7


5 - Cosmos, un viaje personal, episodio 4 de la serie de Carl Sagan: Cielo e infierno, el evento de Tunguska, los cometas, y otros fenómenos celestes 5/7


6 - Cosmos, un viaje personal, episodio 4 de la serie de Carl Sagan: Cielo e infierno, el evento de Tunguska, los cometas, y otros fenómenos celestes 6/7


7 - Cosmos, un viaje personal, episodio 4 de la serie de Carl Sagan: Cielo e infierno, el evento de Tunguska, los cometas, y otros fenómenos celestes 7/7


8 - NASA, Conferencia Doctora Adriana Ocampo sobre la extinción masiva de dinosaurios y sobre la capa K/T (A-1)

9 - NASA, Conferencia Doctora Adriana Ocampo sobre la extinción masiva de dinosaurios y sobre el por qué se produjeron realmente estas masivas desapariciones de especies (B-2)

10 - NASA, Conferencia Doctora Adriana Ocampo sobre la extinción masiva de dinosaurios y sobre las otras cuatro extinciones masivas de especies (C-3)


11 - NASA, Conferencia Doctora Adriana Ocampo sobre la extinción masiva de dinosaurios y sobre las posibilidades de vida fuera de nuestro mundo (D-4)


12 - NASA, Conferencia Doctora Adriana Ocampo sobre la extinción masiva de dinosaurios y sobre las tectitas (E-5)

13 - NASA, Conferencia Doctora Adriana Ocampo sobre la extinción masiva de dinosaurios y sobre el cráter de impacto de la Península de Yucatán (F-6)


14 - NASA, Conferencia Doctora Adriana Ocampo sobre la extinción masiva de dinosaurios y sobre el cráter de impacto de la Península de Yucatán (G-7)

15 - NASA, Conferencia Doctora Adriana Ocampo sobre la extinción masiva de dinosaurios y sobre el impacto de la Península de Yucatán (H-8)


CULTUREMAS PARA EL SIGLO XXI, HIPERTEXTOS EDUCATIVOS, SAPIENCIARIO DE DIGIMUNDO

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